El pasado 9 de septiembre del presente año, cuando autoridades de Protección Civil alertamentaban a la población sobre la tormenta tropical Kay, y se suspendían las clases en toda la península, el performancero Alejandro Rocha voló su cerebro sobre el límite fronterizo entre Tijuana y San Diego.

En Playas de Tijuana, en los límites de la frontera norte del país, en medio de los fuertes vientos y la lluvia, Alejandro Rocha dejó volar su globo de helio; un cerebro gigante de color rojo, que forma parte de su performance.

Alejandro ha explicado que volar este globo quiere significar un proceso por el que pasa la comunidad migrante, no solo la que cruza de México hacia los Estados Unidos, sino la de todo el mundo.

Esta idea se desprende la experiencia del propio artista como migrante. Estando en España realizando estudios en Barcelona, fue detenido por las autoridades de aquel país por ser indocumentado. En ese momento, según refiere Alejandro, tuvo consciencia del fenómeno migratorio y decide crear una pieza referente al tema; su resultado fue Aforo Nómada.

La primera acción migratoria, según lo que explica el performancero, es la del pensamiento. La mente es lo primero que cruza las fronteras culturales. Su globo ha querido significar este proceso que, según su autor, todo migrante atraviesa.

El globo ha volado en diversas partes del mundo y de México; durante el mes de agosto se expuso en el festival de arte de Nevada. Alejandro Rocha es un perfomancero multidisciplinario de 36 años. Su instalaciones y presentaciones buscan hacer de los espacios públicos un espectáculo, conectando así con los espectadores.

Cursó estudios de diseño Industrial por la Universidad en la Ciudad de México y en la Escuela Superior de Diseño e Ingeniería en Barcelona.

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