Mientras la atención del país se centra en las elecciones primarias del partido republicano, el presidente Barack Obama y su gobierno han implementado en los últimos meses una campaña oculta para ganar el voto latino en las elecciones de noviembre.
Es una estrategia personalizada hacia los hispanos que se basa en una serie de órdenes presidenciales ejecutivas que tienen como fin sacarle la vuelta al Congreso y a la vez convencer a los hispanos de que vale la pena votar nuevamente por Obama.
Estas órdenes ejecutivas han recibido poca cobertura en los medios en inglés pero mucha cobertura en los medios en español. Esto se debe en parte porque los cambios son intrascendentes para la comunidad en general. Pero también porque el gobierno ha hecho un esfuerzo importante para darlos a conocer en los medios latinos.
Después de dar su tercer informe de gobierno, el presidente Obama se entrevistó con Univisión y resaltó algunos de los cambios que han hecho en el tema de la inmigración. Éstas son algunas de las órdenes ejecutivas y las acciones legales que ha tomado la Casa Blanca en los últimos meses:
Evaluación de deportaciones: En agosto el gobierno federal anunció que evaluaría cientos de miles de casos de deportación para determinar cuáles indocumentados podrían continuar viviendo en el país. La idea es separar a indocumentados con buenos historiales en los Estados Unidos para enfocar los recursos en deportar indocumentados con antecedentes criminales. Aún no se han dado a conocer los resultados de las evaluaciones, pero el proceso continúa a gran escala. En ciudades como Denver y Baltimore las autoridades migratorias han invertido gran cantidad de tiempo para determinar en quienes deben enfocarse.
Viajes a consulados mexicanos: El gobierno de Obama recientemente propuso un cambio al proceso de obtener una tarjeta verde que permite a algunos indocumentados casados con estadounidenses, o que son hijos de estadounidenses, regresar a sus países de origen por un tiempo mucho más corto de lo habitual. Como parte del proceso burocrático, hoy en día deben esperar en sus países de origen por varios meses. El cambio reduciría el tiempo de espera a solo unos días o semanas y tiene como objetivo evitar la separación prolongada de familias.
Línea telefónica para deportados: En los últimos días de 2011, cuando el país estaba de vacaciones, ICE anunció nuevas medidas para prevenir la deportación por error de ciudadanos estadounidenses para evitar lo que sucedió recientemente con una adolescente que fue deportada a Colombia y que permaneció allí por siete meses. ICE dijo que la línea telefónica (855) 448.6903 está disponible para personas detenidas por autoridades migratorias que podrían ser ciudadanos estadounidenses o víctimas de un delito.
Demandas contra estados con leyes antiinmigrantes: El gobierno federal, a través del Departamento de Justicia, ha presentado varias demandas en contra de las leyes antiinmigrantes que han aprobado varios estados, incluyendo Alabama, Carolina del Sur y Utah. La Suprema Corte de la nación evaluará este año los méritos de la demanda que presentó el gobierno federal en contra de la ley de Arizona. El resultado podría tener consecuencias para el futuro de todas las leyes antiinmigrantes aprobada por los estados.
No está claro si estas órdenes ejecutivas tendrán verdaderamente un impacto en el electorado latino. Quizás es demasiado poco y demasiado tarde dado récord de deportaciones bajo el gobierno de Obama y las promesas incumplidas de la reforma migratoria.
Para fortuna de Obama y de los demócratas, los candidatos republicanos a la presidencia han dejado muy claras sus posturas en cuanto al tema de migración. Y no es algo bueno para los hispanos. Aunque Newt Gingrich tiene una postura más moderada, tanto él como Mitt Romney se oponen a la reforma migratoria y a la ley Dream Act (como está propuesta).
Obama ya tiene su estrategia para eso: "Puede que utilicemos clips directos de lo que se dijo en los debates republicanos. No tenemos que comentar sobre ellos. Simplemente los pondremos (en anuncios) en Univisión y Telemundo y dejaremos (que los latinos) decidan".
Todo esto es muy bueno para el presidente Obama, pero no para los 11 millones de indocumentados y sus familias que seguirán viviendo en el limbo porque los políticos en Washington D.C. saben que pueden romper sus promesas y de todas formas ganar sus votos.
Hiram Soto es columnista de enlace, el semanario en español de San Diego Union Tribune. editorial@sandiegored.com
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