De todas las jugadas sucias que se dieron en la Copa Oro, hubo una que destacó por su mal gusto.
Sucedió al finalizar el último partido del torneo, el 25 de julio, cuando la selección de México se coronó campeón al vencer a los Estados Unidos ante más de 90 mil aficionados en el histórico Rose Bowl de Pasadena.
El portero estadounidense Tim Howard, que recibió cuatro goles durante el partido, explotó contra los organizadores luego de que la ceremonia de entrega de medallas fuera conducida en ambos idiomas, aunque principalmente en español.
"Deberían sentirse avergonzados de sí mismos", dijo a Sporting News, un portal de noticias deportivas. "Yo creo que fue una #$@!^ desgracia que toda la ceremonia después del partido fue en español. Te apuesto que si estuviéramos en la Ciudad de México no sería todo en inglés".
Yo puedo entender que después de una derrota dolorosa uno ande un poco calientito, especialmente si el delantero del equipo contrario hizo que te arrastraras unos metros frente a tu portería antes de meterte el gol del torneo, como lo hizo Giovanni dos Santos para así dejar un marcador de 4-2.
Lo que no puedo entender es por qué evocó el asunto del idioma, sabiendo que es un tema que despierta más pasión que el futbol, especialmente entre la gente que le gusta atacar a los latinos y acusarlos de que no se asimilan a su nuevo país.
Como era de esperarse, inmediatamente después de su declaración, los comentarios racistas y antiinmigrantes comenzaron a aparecer en la sección de comentarios de cualquier nota sobre el partido que apareciera en internet. De un momento a otro, el tema pasó de ser sobre un evento deportivo a una cacería virtual de latinos.
Quizá tenga razón Howard de que el maestro de ceremonias y conductor del programa "República Deportiva," Fernando Fiore, debió haber mezclado más los dos idiomas. Quizá no lo hizo por sus limitaciones del inglés. Pero aquí el idioma era lo de menos. La mayoría del público en el estadio era hispano, y alrededor de ocho millones de personas siguieron el partido a través de Univisión, una cadena que transmite su programación en español.
En cuanto al inglés, el partido aparentemente no fue lo suficientemente importante para las cadenas de mayor audiencia nacional estadounidense como ESPN, NBC, ABC o CBS. Los únicos que se interesaron en transmitirlo fueron la gente de Fox Sports Channel, un canal de paga que se especializa en deportes.
Pero los comentarios de Howard invitan a reflexionar un poco más sobre el tema.
No faltó quien repitiera la gastada frase: "estás en los Estados Unidos, y aquí se habla inglés", para argumentar que la ceremonia debió haber sido presentada en el idioma de Shakespeare. Yo actualizaría esta frase añadiendo lo siguiente: "Estás en los Estados Unidos, y aquí se habla inglés y español".
Hoy en día hay 45 millones de hispanos cuya lengua principal o secundaria es el español, lo que representa el grupo hispanohablante más grande después de México. Y sobre las personas que dicen que los hispanos hablan el español a costa del inglés, alrededor de la mitad de los hispanohablantes en los Estados Unidos hablan inglés "muy bien" de acuerdo con el Censo.
El español se ha convertido en el otro idioma oficial de este país. Sólo tienes que encender la televisión para darte cuenta de que cada vez es más común ver anuncios en español durante la programación en inglés.
Algunos partidos de futbol americano tienen anuncios en español en el campo; la liga de basquetbol estadounidense tiene un portal que mezcla el inglés y el español que se llama Ene Be A (NBA); y el beisbol, el supuesto deporte nacional estadounidense, está repleto de jugadores de Latinoamérica. Además, en mi cafetería favorita hay un letrero que se enorgullece en decirme cada vez que voy que "se habla español".
No es una desgracia que la ceremonia haya sido celebrada en ambos idiomas, señor Howard. De hecho, es lo normal hoy en día. Además, los organizadores se aseguraron de hablar inglés durante la parte cuando se entregaron las medallas de plata, para aquellos que obtuvieron el segundo lugar, como usted.
México tuvo un triunfo merecido, y no solamente se llevó el trofeo y el pase a la Copa Confederaciones Brasil 2013, sino que también ganó el premio "fair play" del torneo por haber sido el equipo que jugó más limpio.
Hiram@livefromtheborder.com
Hiram Soto es columnista de Enlace, el semanario en español del San Diego Union Tribune.
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