Johnny Depp y su esposa Amber Heard están bajo la mira del gobierno de Australia por haber introducido a sus dos mascotas a Queensland en un vuelo privado. El país tiene reglas muy estrictas para prevenir la entrada de infecciones, por lo que exige una cuarentena mínima de 10 días al llegar los animales, entre otras medidas.

Sin embargo, la aduana se dio cuenta de la inesperada visita después de que una estética veterinaria compartiera una fotografía en Facebook atendiendo a los dos Yorkshire Terriers. Ese miércoles los oficiales de Bioseguridad acudieron rápidamente a la casa que el actor rentaba en Gold Coast.

"Mi departamento me dice que están organizando el envío de los perros de regreso a Estados Unidos. Yo diría que esa es la decisión más prudente," declaró el ministro de agricultura Barnaby Joyce. "Si empezamos a dejar que las estrellas de cine rompan las reglas, aunque hayan sido el hombre más sexy del año dos veces, por qué no dejar que todos lo hagan. Es hora de que Pistol y Boo se larguen de regreso a Estados Unidos."

"Se ha ordenado cuarentena para los perros, y se le ha aconsejado a los dueños que los exporten dentro de las próximas 72 horas", escribió en su sitio oficial. "El señor Depp debe regresar a sus perros a California o tendremos que sacrificarlos."

Mientras tanto, en la localidad se ha establecido una petición en línea con más de 5,000 firmas para salvar a los pequeños transgresores. El mensaje es breve pero claro, "¡Ten corazón, Barnaby! No mates a estos hermosos cachorritos." El hashtag #WarOnTerrier se ha vuelvo popular entre quienes apoyan a la causa.

El domicilio se ha visto rodeado por elementos de seguridad y helicópteros desde que se anunció la controversia, incluso dando pie a que algunos negocios de comida se beneficiaran por el tráfico.

The Guardian ha compartido una cuenta regresiva que registra los últimos momentos antes del plazo:

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