GUANAJUATO.- Después del conflicto generado por las declaraciones del presidente uruguayo, José Mújica, en las que llamó a México "estado fallido", el mandatario mostró hoy una actitud comedida en sus opiniones sobre el caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa y dijo que apoya al Gobierno del país.

El presidente dio un discurso en la Universidad de Guadalajara, en donde recibió un premio a modo de homenaje, y no se atrevió a hacer referencia directa al caso de los 43 estudiantes, solo palabras sutiles a los tiempos complicados por los que está atravesando el país.

"Yo sé que pasan por un momento difícil. Pero miren un cacho para atrás los que les dieron patria, lo que pasaron aquellos campesinos analfabetos mugrientos y heroicos que crearon el cimiento de este país. Quiéranlo, siéntanlo, no se puede luchar por algo que no se quiere y los seres humanos necesitamos querer cosas, comprométanse", dijo ante un auditorio repleto de jóvenes.

En un encuentro posterior con medios de comunicación, el presidente tampoco quiso hablar sobre este caso que tiene conmocionado al mundo, el de la desaparición de 43 jóvenes estudiantes de la escuela Normal de Ayotzinapa a manos de policías que los entregaron al narco.

Ante la pregunta sobre su opinión de la situación de violencia por la que atraviesa México, el presidente optó por el silencio.

"Es una tradición del pueblo mexicano porque yo tuve compatriotas que vivieron años acá (...) y México les decía te amparamos, tienes casa, tienes comida, tienes oportunidad de trabajo, pero no vengas de afuera a meterte en nuestras cosas", dijo.

El mandatario, quien entregará el poder el 1 de marzo al electo Tabaré Vázquez, agregó que como el jefe de Estado que es no debe "darle manija (molestar, insistir) a las contradicciones y al dolor del pueblo mexicano, porque nada contribuiría a solucionar el problema de fondo".

A México, agregó, "solo le digo que le doy mi abrazo y mi solidaridad", tanto "a su pueblo", como "a su Gobierno".

Con esto quiso calmar las aguas que se revolvieron hace unos días, cuando Mujica decía en la publicación "Foreign Affairs Latinoamérica" que "a uno le da una sensación, visto a la distancia, de que se trata de una especie de Estado fallido, que los poderes públicos están perdidos totalmente de control, están carcomidos".

El Gobierno mexicano, encabezado por Enrique Peña Nieto, anunciaba poco después su "rechazo categórico" a estas declaraciones y el uruguayo debió retractarse a través de un comunicado en el que mostró su solidaridad "con México, su sistema político y su gobierno".

Hoy volvió a quitar hierro a estas declaraciones y dijo que "estado fallido en materia de defender el narcotráfico somos un poco todos los de América Latina".

"México es un país que tiene un problema, pero es formidable y las dificultades que ha tenido el Estado son parecidas a las que tiene el resto de América, con esta diferencia: México es mas grande y está pegado a Estados Unidos", agregó el uruguayo.

Con estas declaraciones quiso también llegar con un talante conciliador a la XXIV Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado, que se celebrará la próxima semana en Veracruz, y que tendrá como temas principales la cultura, la educación y la innovación.

"Vengo fundamentalmente por respeto a México, que es el anfitrión que lo organiza y por solidaridad con la cultura", agregó.

El mandatario recibió hoy el reconocimiento "Corazón de león" de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), como reconocimiento a su postura humanista y su compromiso con las luchas sociales de su país.

Está previsto que mañana, domingo, antes de partir hacia Veracruz, visite la Feria Internacional del Libro (FIL) que se está celebrado en Guadalajara y que finaliza precisamente mañana.

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