TIJUANA.-Autoridades militares, policiacas y de procuración de justicia de la entidad incineraron esta tarde más de siete toneladas de narcóticos en las instalaciones militares de la Aguaje de la Tuna, al sur de la ciudad.

La droga había sido decomisada en diversos operativos y fue expuesta a los medios de comunicación para mostrar el destino final de los narcóticos embargados al crimen organizado, dijo Fermín Gómez, delegado de la Procuraduría General de la República (PGR).

Según la Secretaría de la Defensa Nacional, fueron incendiados siete toneladas 569 kilos 415 gramos de mariguana; 29 kilos 963 gramos de metanfetamina; 15 kilos 116 gramos de cocaína; ocho gramos 900 miligramos de heroína; ocho plantas de marihuana y siete unidades de psicotrópicos.

Con esta incineración se culmina un proceso desde el decomiso de la droga, dijo Gilberto Landeros, jefe de la Segunda Zona Militar. Pero también se evita que se fortalezca la delincuencia organizada con la venta de los estupefacientes.

Las autoridades señalaron que gran parte de la droga que quemaron y que continúan decomisando en la región pertenece al cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín "El Chapo" Guzmán, el criminal más buscado por Estados Unidos y México y que ha aparecido en la revista Forbes como uno de los más millonarios del mundo.

Especialistas consultados aseguran que el cártel de Sinaloa actualmente se ha asentado en esta frontera estableciendo una nueva era en el crimen organizado. Eso a pesar del duro combate que han realizado las autoridades contra el crimen, exponiendo esta batalla como un éxito a nivel internacional.

"Se desmanteló a un cártel, pero llegó otro porque el mercado de la demanda de droga no se ha modificado; el consumo no ha variado de manera fundamental y eso motiva la presencia de cárteles en esta ciudad", dijo Vicente Sánchez, investigador del departamento de Administración Pública del Colef.

Víctor Clark, un antropólogo social y experto en el fenómeno del narcotráfico en esta frontera, ha señalado que la guerra intestina que mantuvo el cártel Arellano Félix en esta ciudad de 2008 a 2010 – que dejó oficialmente 2,327 muertos y cientos de desaparecidos – benefició al "Chapo" Guzmán, quien a pesar de los altos decomisos sigue enviando droga a la frontera porque la demanda no se ha detenido.

Este miércoles, durante la incineración, el general Landeros dijo que estaba consciente que tras el combate que han dado al crimen organizado paralelamente se ha incrementado el consumo de drogas en la región.

"Se trata de un problema cultural y debe combatirse en todos los frentes", dijo.

Landeros dijo que debe involucrarse todas las autoridades, incluyendo a las educativas y del sector salud, además de las familias para luchar contra el consumo y así detener el narcomenudeo.

El lunes pasado, la secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, Janet Napolitano, dijo en una rueda de prensa en la ciudad de México junto al secretario de gobernación, Alejandro Poiré, que su país es "persistente" en su objetivo de capturar al narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán, como sucedió con Osama Bin Laden.

Sin embargo, hasta ahora las autoridades estadounidenses no han señalado un plan para detener el consumo de narcóticos dentro de su territorio y así disminuir el narcotráfico.

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