El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado su intención de modificar una política que ha estado en vigor desde 2011, la cual limita las detenciones de inmigrantes en lo que se conocen como "lugares sensibles", como iglesias, escuelas, juzgados y hospitales.
Esta política fue implementada con el objetivo de proteger a las personas indocumentadas de ser arrestadas en lugares que podrían afectar su acceso a servicios esenciales, como la atención médica o la educación.
La modificación de esta normativa permitiría a los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) arrestar a migrantes sin necesidad de obtener aprobación de supervisores, incluso en estos lugares que históricamente han sido considerados refugios.
Según fuentes cercanas al plan de Trump citadas por NBC News y Telemundo, el presidente electo tiene la intención de rescindir la política de "lugares sensibles" desde el primer día de su mandato. La medida forma parte de su propuesta para llevar a cabo una de las operaciones de deportación más grandes en la historia del país, incrementando la capacidad del ICE para realizar arrestos en todo el territorio estadounidense de manera más rápida.
La política que impide las detenciones en lugares sensibles fue establecida en 2011 bajo la administración del presidente Barack Obama, cuando el entonces director del ICE, John Morton, emitió un memorando en el que se especificaba que los agentes debían obtener autorización para realizar arrestos en lugares como escuelas, hospitales o iglesias, salvo en situaciones excepcionales, como amenazas a la seguridad nacional o la necesidad de evitar la destrucción de pruebas en investigaciones criminales.
Esta medida continuó vigente durante las administraciones de Trump y Biden, pero podría ser modificada con la nueva administración, lo que generaría preocupaciones entre diversas organizaciones educativas y líderes religiosos.
La decisión de cambiar esta política ha levantado controversia, especialmente entre grupos religiosos y defensores de los derechos civiles, quienes han manifestado su preocupación, ya que muchas iglesias en el país han servido como refugio para inmigrantes indocumentados, permitiéndoles encontrar un lugar seguro y evitando su deportación.
Un diácono de una iglesia en Arizona, que ha ofrecido protección a migrantes en el pasado, expresó a NBC News su temor de que el cambio de política podría generar reacciones violentas y afectar la seguridad de las comunidades religiosas.
Por otro lado, algunos exfuncionarios del Departamento de Seguridad Nacional han señalado y expresado en entrevista para Telemundo, que el cambio en la política podría ser bien recibido por ciertos agentes de ICE, quienes consideran que las restricciones sobre los lugares donde pueden operar les han limitado en su trabajo, y que algunas personas buscadas por la justicia se han beneficiado de estas protecciones.
VIDEO RELACIONADO: Le disparan a Donald Trump durante mitin
Comentarios
Facebook
SanDiegoRed
Nuevos
Mejores