En medio del infame Centro de Tijuana hay un sorpresivo y sereno corredor cultural: El Pasaje Rodríguez. Este callejón es un refugio donde el arte, la música, librerías, cafés, ropa vintage, y el simple acto de observar personas se combinan para retratar y relatar historia de esta ciudad.
Historia
El Centro de Tijuana ha tenido un renacimiento en los últimos quince años que ha traído la escena de la comida y los bares a la vanguardia del turismo local e internacional. La Ciudad se hizo famosa en su época de esplendor a principios del siglo XX, cuando el movimiento puritano creó la prohibición en los Estados Unidos y llevó a los inversionistas estadunidenses a crear casinos, prostíbulos, hoteles y mucho más a solo 200 km al sur de Hollywood.
El Pasaje Rodríguez se encuentra ahora ubicado en lo que una vez fue el primer hotel y casino más grande de la Ciudad: el Foreign Club Hotel and Casino. Construido en 1917, fue un oasis para los turistas que buscaban darse el gusto de todo lo que estaba prohibido en Estados Unidos. El hotel y casino fueron construidos por inversionistas estadounidenses y alojaron a cientos de celebridades de la época, mientras entretenían a lo que era la mayoría de sus clientes: americanos anglosajones ricos.
El entretenimiento y los platillos en Foreign Club fueron de primer nivel. A principios de los años 30, Margarita Cansino bailaba ahí con su padre, Eduard Cansino. La muchacha de 14 años que era parte de esta dupla padre-e-hija llamó la atención de ejecutivos de Hollywood que estaban de visita. Ella después se iría a Hollywood y tomaría el apellido de soltera de su madre irlandesa, Hayworth. Rita Hayworth se convertiría en una de las estrellas más grandes del mundo.
Deterioro y Abandono
El General Revolucionario, Nacionalista y Presidente de México, Lázaro Cárdenas, prohibió los casinos en 1934 y cerró el Foreign Club Casino and Hotel. Un nuevo hotel se construyó pero se incendió en 1935. Un empresario de Sonora llamado Rodríguez les compró esta propiedad a los americanos. Después, entre los años 50 y 70, el camino que conecta la histórica Avenida Revolución a la Calle Constitución empezó a progresar positivamente, con tiendas vendiendo de todo como cuero, plata, recuerdos para turistas, cigarros y más. Durante los 80 y los 90, conforme empeoraba el turismo en la Avenida Revolución, se llenó de bares para los estadounidenses, drogas y prostitución. El callejón entre los edificios que una vez fue la sede del entretenimiento turístico más exclusivo siguió en decadencia. El tiempo pasó para el Pasaje, y para finales de los 90 y después de los ataques del 11 de septiembre, todas las tiendas ya estaban cerradas. Lo que una vez fue un callejón lleno de vida había sido abandonado y se transformó en un PICADERO para las personas sin hogar, deteriorándose, y se llenó de todos los estereotipos y males sociales que se usaban para describir a Tijuana. El glamour y el prestigio de lo que alguna vez fue uno de los lugares más famosos del mundo, un lugar que el mismísimo Charlie Chaplin visitó, se habían ido (aunque no se habían eliminado).
Renacimiento y Reapropiación
Los ataques del 11 de septiembre y una violenta guerra contra las drogas en Tijuana lograron destruir el turismo de la famosa Avenida Revolución a principios y mitades de los 2000. Las calles que habían recibido 70 años de turismo americano se habían vaciado y ahí no había ni un alma los sábados por la noche a finales de los 2000. Por primera vez en la historia de la Avenida Revolución, se abrieron nuevos bares y restaurantes construidos para un público local. En particular, la Mezcalera Bar en la Calle Sexta y al restaurante Caesar's causaron un revuelo en la ciudad y en los medios. Estos proyectos crearon un efecto de bola de nieve de creatividad y emprendimiento local, y el renacimiento del área del centro comenzó.
Luis Montijo, el gerente del Pasaje Rodríguez, se dio a la tarea de ofrecer los espacios y las tiendas a los residentes locales que eran parte de esta comunidad creativa. Se convirtió en el gerente en 2014, haciendo grandes esfuerzos para limpiar, iluminar y contratar jefes de seguridad para hacerlo seguro, y seleccionó el tipo de fachadas que serían parte del Pasaje y sus coloridos murales. Montijo encontró apoyo de los mismos empresarios que ahora eran parte del Pasaje y trabajó directamente con ellos para organizar eventos. Este espacio organiza eventos variados como festivales de ropa gótica, festival de comida vegetariana, eventos de anime Japonés, y su evento más famoso, la Feria del Vinilo.
Oliver, el dueño y operador de Aether Coffee Shop y Plata Negra, una tienda de antigüedad, dijo: “El Pasaje es un semillero de emprendimiento local y se ha convertido en un destino obligatorio del turismo internacional para muchas de las compañías de turismo a pie.”
El dueño de Pizza Tredici’s Josabad, quien recientemente se unió al Pasaje, comentó: “Nos habíamos establecido en otro colectivo en la calle. El manejo de este lugar y su diversidad cultural no tienen comparación, y estamos felices de estar aquí. Han pasado tres meses, pero estamos muy satisfechos. “
La serenidad y tranquilidad de este callejón artístico y comercial hacen del Pasaje Rodríguez un destino obligatorio para cualquier local o turista. Descubre la historia de este lugar fantástico, haz compras, camina, ve los murales, bebe, come y sumérgete en este oasis creativo en el medio de la locura que es el Centro de Tijuana.
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