La promesa de Donald Trump de llevar a cabo deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados ha sido uno de los temas más controversiales de su campaña presidencial y de su discurso tras ganar las elecciones de 2024. Sin embargo, empresarios republicanos y demócratas, así como economistas, advierten sobre las graves consecuencias económicas que podría acarrear una medida de tal magnitud.
Los planes de Trump en materia de inmigración, que incluyen la expulsión de millones de inmigrantes, han causado alarma no sólo entre los defensores de los derechos migratorios, sino también en sectores clave de la economía estadounidense.
Empresarios de distintos sectores, especialmente en la agricultura y la construcción, donde los inmigrantes juegan un papel fundamental, han señalado que una deportación masiva afectaría profundamente la fuerza laboral del país, ya de por sí vulnerable.
Durante la presentación del libro "Políticas de Estados Unidos y las fronteras de México 2020-2022", organizada por el Colegio de la Frontera Norte (COLEF), se discutieron algunas perspectivas sobre el contenido de la obra y el efecto de las políticas migratorias en ambos países, bajo el contexto del gobierno del presidente Biden, y de las posibles consecuencias en la administración de Trump.
En este evento, Mario López, fundador de The Border Group, subrayó que el triunfo del líder republicano ejerce gran presión entre la comunidad migrante: "Para quedar bien ante sus electores, puede que empiece con deportaciones graduales", mencionó.
En dicha sesión también se habló de la importancia del lazo comercial entre Estados Unidos y México y de la presencia de trabajadores inmigrantes en el sector agrícola y de servicios que fortalecen en gran medida a la economía de Estados Unidos.
Ante ello, resalta una de las principales preocupaciones de economistas y empresarios, la cual se basa en la promesa de campaña de Trump, que consiste en la deportación masiva de inmigrantes y el uso de las fuerzas armadas para lograr dicho cometido; la pregunta aquí es ¿qué tan viable es para Estados Unidos esta medida? Y para responder a esta duda, es necesario ir por partes.
¿Cumplió Donald Trump sus promesas migratorias durante su mandato 2017 - 2021?
Aunque Donald Trump ganó la presidencia en 2016 con promesas claras y contundentes en materia de inmigración, no todas se materializaron.
Promesas no cumplidas
El republicano rompió aproximadamente la mitad de sus cien promesas de campaña, según PolitiFact, un sitio web de verificación de datos que no mide la intención, solo los resultados verificables, algunas de esas propuestas están íntimamente ligadas con una política anti inmigrante y son las siguientes:
- México no pagó por el muro fronterizo
Aunque Donald Trump insistió en que México financiara la construcción de un muro en la frontera, esto nunca ocurrió.
Las barreras implementadas durante su mandato fueron mayormente refuerzos a las ya existentes y se financiaron con fondos federales estadounidenses, según las investigaciones del New York Times.
- No se impusieron aranceles del 25% a México por el alto flujo migratorio
A pesar de amenazar con imponer aranceles del 25% a productos mexicanos para frenar la migración, Trump finalmente retiró la propuesta tras la cooperación del gobierno mexicano.
- No se alteró el derecho a la ciudadanía por nacimiento
No es la primera vez que Donald Trump amenaza con alterar el derecho constitucional a la ciudadanía por nacimiento, durante su campaña electoral de 2016, esta fue una de las grandes promesas que realizó el líder republicano y que eventualmente no cumplió.
Cabe destacar que durante su mandato tampoco se recortaron los fondos a las ciudades santuario.
Promesas cumplidas durante su anterior mandato
Utilizando más de 470 acciones ejecutivas, según un análisis del Migration Policy Institute, una entidad no partidista, Trump clausuró efectivamente el sistema de asilo en la frontera suroeste y redujo drásticamente la admisión de refugiados.
Al mismo tiempo, tomó medidas drásticas contra la “captura y liberación” de inmigrantes que se encuentran sin permiso en el país, mejoró la investigación de antecedentes de los migrantes y tomó medidas para suspender la inmigración en una serie de naciones de mayoría musulmana.
Deportación masiva y uso de las fuerzas armadas: la nueva promesa antiinmigrante de Donald Trump ¿Qué tan probable es que se cumpla?
La promesa de deportaciones masivas que Trump ha revivido durante su campaña para las elecciones de 2024 sigue siendo una de las más controversiales. Aunque afirmó que, tras asumir el cargo, declararía una emergencia nacional y usaría al ejército para llevar a cabo la deportación de millones de inmigrantes indocumentados, la viabilidad de esta propuesta ha sido puesta en duda por economistas, activistas, y expertos en migración.
Ante la pregunta de, ¿qué tan realista es que Trump expulse a millones de personas en los próximos cuatro años, tal como prometió a sus votantes? La realidad es que es poco probable.
Impacto económico de las deportaciones masivas en Estados Unidos
El Concilio Americano de Inmigración, advierte que esta medida sería extremadamente costosa y difícil de ejecutar. Se estima que deportar a un millón de personas por año podría costar hasta 88 mil millones de dólares anuales, lo que representa un total de 968 mil millones de dólares en más de una década.
Para deportar a un millón de personas, la Administración de Donald Trump tendría que enviar dos aviones 747, el más grande que produce la aerolínea Boeing, prácticamente llenos cada día, sin parar, durante 4 años. Y eso sin contemplar el tiempo que tomaría buscar y arrestar a esa cantidad de personas en ciudades y pueblos de Estados Unidos, según esta estimación e investigación elaborada por Telemundo.
Sumado a ello, el costo de arrestar a un millón de personas sin papeles en un año sería de unos 7 mil millones de dólares y requeriría contratar a 31 mil nuevos empleados, según un reporte del Consejo Americano de Inmigración.
Esto no incluye los costos adicionales de procesar a los inmigrantes indocumentados, lo que haría que el proyecto sea aún más difícil de implementar. Además, no todos los países permiten que Estados Unidos realice vuelos de deportación, por ejemplo, naciones como Venezuela, Cuba y China.
El costo económico de una deportación masiva tendría repercusiones graves en la economía de Estados Unidos. Según estudios del Consejo Americano de Inmigración, el Producto Interno Bruto (PIB) del país podría caer hasta un 6.8%, y el gobierno perdería miles de millones de dólares en recaudación de impuestos.
Falta de mano de obra y problemáticas agrícolas e inmobiliarias
En campaña, Trump prometió “bajar los precios” en los supermercados y en toda la economía, sin embargo, su capacidad de solucionar la crisis de accesibilidad de Estados Unidos chocará frontalmente con su otra promesa de campaña, enfocada en las deportaciones masivas.
El empleo en sectores clave como la agricultura se vería seriamente afectado, ya que muchos de los trabajadores en estas industrias son inmigrantes sin papeles.
Por ejemplo, en 2018-2020, sólo el 36% de los trabajadores agrícolas eran ciudadanos estadounidenses, mientras que el 41% no tenía autorización de trabajo, de acuerdo con datos del Servicio de Investigación Económica (USDA, por sus siglas en inglés).
Esto significa que una deportación masiva podría generar escasez de mano de obra, lo que elevaría los precios de los alimentos y afectaría la estabilidad de los mercados agrícolas.
Por otro lado, el sector inmobiliario también se vería afectado, dado que los inmigrantes indocumentados son la principal mano de obra en los trabajos de construcción y amplían la oferta de vivienda. En algunos estados como California, Nueva Jersey y Texas, más de la mitad de los trabajadores de la construcción se encuentran laborando sin documentación.
Los planes de deportación del presidente electo pueden ser contraproducentes, aumentando aún más el costo de compra de una propiedad.
Derechos migrantes: Principales desafíos legales
Otro obstáculo importante es que Trump no podría simplemente expulsar a millones de personas sin un debido proceso legal, tal como lo ha determinado la Corte Suprema de Estados Unidos, los inmigrantes que están en el país sin un estatus legal tienen derecho al debido proceso, incluida una audiencia judicial antes de ser expulsados.
Actualmente, existen más de 3 millones de casos pendientes en los tribunales de inmigración, la mayoría relacionados con solicitudes de asilo, según Kathleen Bush-Joseph, abogada del Instituto de Política Migratoria.
Esto significa que incluso si Trump quisiera acelerar las deportaciones, se enfrentaría a obstáculos legales, incluidas demandas que se prevé serán generadas entre las organizaciones defensoras de los derechos humanos.
Logística y operatividad: Otro gran desafío
Los expertos dudan de que los 20 mil agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) vayan a ser suficientes para buscar y encontrar a una fracción de los inmigrantes que permanecen en Estados Unidos.
Sumado a ello, hay muchos condados que no van a cooperar con el plan de Trump y para ejemplificarlo, es importante mencionar que a principios de agosto de 2024, funcionarios de la Oficina del Alguacil de los condados de Broward y Palm Beach en Florida, mencionaron que no enviarían a ninguno de sus agentes a ayudar en planes de deportaciones en masa.
Conclusiones
Aunque es incierto si Donald Trump logrará llevar a cabo sus promesas de deportaciones masivas en su segundo mandato, lo que sí es claro es que su propuesta sigue generando temores tanto entre los migrantes como entre los empresarios que dependen de ellos para sostener la economía de sectores clave en Estados Unidos.
Expertos y analistas señalan que los costos asociados y las implicaciones legales y operativas podrían llevar a que esta promesa quede sin cumplir, como sucedió con otras de sus iniciativas migratorias durante su primer mandato en la Presidencia de los Estados Unidos.
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