Imagina llevar de emergencia a tu mascota a una veterinaria recomendada; se te explican los tratamientos y estudios que le realizarán, pero, desafortunadamente, esta no resiste a la intervención médica. Al pasar al establecimiento por el cuerpo de tu fiel compañera para despedirte para siempre, te enteras de que fue cremada sin autorización previa; justo por esto pasó una mujer que habla sobre su triste caso por medio de TikTok.

Dueña descubre que su gatita fallecida fue incinerada sin autorización

La usuaria identificada como Yelka Chilquillo publicó un corto video en el que explica que su gatita llamada “Luna” había fallecido en la veterinaria Gatuario en Perú, pero que estos mismos la habían incinerado sin ninguna autorización previa, lo que no le permitió despedirse.

En otra serie de videos, Yelka relata que, su hermana (quien en ese momento cuidaba de sus mascotas Luna y Kira) notó que Luna presentaba señales de que algo no estaba bien, por ello, decidieron llevarla al veterinario más cercano, el cual se llama Gatuario. Aquí confirman su estado de salud e informan que se le tiene que realizar diversos estudios con los cuales no pueden proceder si no se pagaban previamente.

Detallan que por la situación de la gatita, en ese momento solo se realizaría uno y una vez que estuviera más estable, al siguiente día, sería sometida a los demás. Yelka y sus acompañantes se fueron del lugar despidiéndose de Luna con la esperanza de verla de nuevo recuperada, pero conscientes de su delicado estado de salud, fue casi a media noche cuando se les informó que desgraciadamente Luna había fallecido.

Tras esto, Yelka comenzó a pedir cotizaciones con la veterinaria como intermediaria para un servicio de cremación. Sin embargo, al detallar cuestiones de “crédito” por los exámenes no realizados en Luna, se dio cuenta de que Gatuario tenía una administración cuestionable que no le brindaba información detallada sobre dicho monto, por lo que textualmente indicó:

A Lunita no la vamos a cremar entonces, nos la vamos a llevar así

Al enterarse de que Luna posiblemente tenía leucemia (una enfermedad contagiosa entre felinos) decidió usar el crédito para tomar pruebas en su otra gata Kira. Tras culminar la revisión de su gatita y esperar a que le entregaran a Luna, se le informó que su amada gata había sido llevada a un crematorio.

Detalla que esto se realizó sin ningún tipo de autorización, firma de contrato o demás, cuestiones que en este tipo de casos debe de ser realizado. Agrega que la veterinaria se “escuda” con el pretexto de que en un momento Yelka confirmó un tipo de urna, pero todo esto fue durante la cotización del servicio y después expresó que su mascota no sería cremada.

Usuarios de internet, al conocer el contexto de la situación, deducen que fue un error total de comunicación por parte de la veterinaria, que no confirmó en ningún momento el proceso por el que Luna sería sometida. De igual manera, especulan en que haya sido posible una mala praxis o negligencia médica y que intentaran encubrir las pruebas incinerando a la gatita.

Yelka aseguró que cuenta su trágica historia con el fin de que todos aquellos establecimientos que ofrecen servicios médicos veterinarios, tomen conciencia sobre los animales a los que tratan, recordando que, pese a las circunstancias, cada paciente tiene una familia amorosa que lo espera en casa.

También de verdad quiero pedir que las veterinarias se tomen en serio el trabajo que están haciendo, la labor que están haciendo, porque tienen en sus manos vidas de nuestros seres queridos.

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