En junio de 2023, el mundo se estremeció con la noticia de la trágica implosión del sumergible Titán, que tenía como objetivo explorar los restos del Titanic en el océano Atlántico. A bordo viajaban cinco personas, todas ellas fallecieron en el incidente.

Recientemente, el lunes 16 de septiembre, se revelaron nuevos detalles impactantes, incluyendo los últimos mensajes enviados por la tripulación antes de que ocurriera la fatal implosión. Estos mensajes aportan mayor claridad sobre los momentos finales dentro del sumergible, además de exponer varias irregularidades en la operación que pudieron contribuir al desastre.

¿Quiénes eran las víctimas del accidente?

Entre las personas que fallecieron en el sumergible Titán se encontraba Stockton Rush, cofundador de OceanGate, la empresa estadounidense propietaria de la nave. Junto a él, viajaba Paul-Henri Nargeolet, un veterano explorador del Titanic conocido por su experiencia en expediciones a los restos del famoso naufragio.

También iban a bordo Shahzada Dawood, un empresario millonario de Pakistán, y su hijo Suleman Dawood, de tan solo 19 años. Finalmente, completaba el grupo Hamish Harding, un aventurero británico que ya había participado en varias misiones extremas.

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Los últimos mensajes desde el interior del Titán

Según un informe visual proporcionado por la Guardia Costera, uno de los últimos mensajes de la tripulación del Titán al buque de apoyo fue enviado a las 10:47 horas (hora local), cuando el sumergible se encontraba a una profundidad de 3,346 metros. En ese mensaje, se informaba que el Titán había liberado dos lastres para ascender, con la declaración: "Todo está bien aquí".

Poco después de este mensaje, se perdió por completo el contacto con el sumergible, y lo que siguió fue un trágico desenlace que se viralizó en todo el mundo.

Irregularidades y posibles causas

Además de los mensajes, se revelaron una serie de irregularidades que han puesto en duda los protocolos de seguridad de la misión. Estas fallas, combinadas con la presión extrema en las profundidades oceánicas, habrían sido clave en la implosión del Titán.

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