Esta historia de terror tuvo lugar en un avión de la compañía Asiana Airlines justo antes de aterrizar, se encontraban a 250 metros de altura cuando el hombre aún no identificado decidió abrir la puerta.

Eran 194 pasajeros los que se encontraban dentro de la aeronave que se dirigía a la ciudad de Daegu, en el sureste de Corea y fueron alrededor de 12 personas que al aterrizar tuvieron que ser llevadas al hospital por problemas respiratorios y otros síntomas leves.

El medio de noticias surcoreano, Yonhap aseguró que dentro del avión se encontraban atletas adolescentes que iban rumbo a una competencia de atletismo, mientras que otros gritaban pidiendo ayuda, pues fue un gran impacto el pensar que el viento pudiese generar algún accidente de mayor nivel.

Finalmente, la policía del aeropuerto procedió a detener a la persona bajo la sospecha de violar la ley de seguridad aérea, pues de acuerdo con la ley todo pasajero que manipule puertas o equipos a bordo podría pasar hasta 10 años en prisión.

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