Ocho días han pasado luego de que el sismo magnitud 7.8 golpeara las fronteras entre Turquía y Siria y provocara la muerte de más de 40 mil civiles y que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es ya el peor desastre natural del siglo.

El día de hoy, las labores de rescate, que han llegado de diversas partes del mundo, incluído México, han podido rescatar nueve personas, luego de una semana bajo los escombros y con temperaturas heladas.

Ciudades de Turquía y Siria han quedado en ruinas y sumando las víctimas entre ambos países, se calcula un número aproximado de 41 mil personas han perdido la vida; más de 35 mil han sido registradas en Turquía y 5 mil en Siria; el número de víctimas supera los 100 mil.

Aunado al número de muertos, heridos y al hecho de que ciudades enteras quedaron en ruinas, aún queda por resolver la situación en la que se encuentran los sobrevivientes que perdieron todo durante el sismo y cuyo número sobrepasa el millón de civiles sin hogar y sin recursos; 80 mil sobrevivientes se encuentran hospitalizados.

En Siria la situación presenta problemas de otra índole. Los combates bélicos de los últimos diez años precisamente en la zona afectada y que han producido más de 400 mil muertes, han dificultado el acceso de ayuda humanitaria, así como el hecho de que países deseen enviar ayuda en favor del pueblo de Siria. Sobre este hecho, el presidente de Siria ha dicho que facilitará los puntos de cruce entre la frontera con Turquía para que llegue ayuda por un lapso de tres meses.

A pesar de que se espera que el número de muertos aumente, las labores de ayuda comenzarán a centrarse en los sobrevivientes, dejando de lado las tareas de rescate.

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