Harry Styles sufrió la vergüenza de su vida durante un concierto en Los Ángeles, donde además tenía celebridades observándolo, lo cual hizo aún más inolvidable la escena (y las caras) del cantante.

Durante una presentación en vivo que estaba siendo grabada para ser transmitida en los Premios Grammy, el británico no pudo aguantar la cara de sorpresa que puso cuando sintió como su pantalón se rompió tras terminar una canción.

El intérprete de “Golden” tuvo que atarse lo que parecía ser otra prenda de vestir en el área de su pantalón que se rompió para continuar dando el show.

Lo que Styles tampoco esperaba es que entre la audiencia se encontrara su crush de la adolescencia, Jennifer Aniston, quien pese al bochornoso momento, se la pasó de lo mejor, cantando y bailando todo el rato.

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