En un artículo de BBC señalan un hecho, que es al mismo tiempo extraño y enternecedor: la tregua entre alemanes, británicos y franceses. Los hechos han sido rescatados del Museo imperial de la Guerra de Reino Unido.

Uno de los acontecimiento que marcó el rumbo de la sociedad del siglo XX y cuyos ecos han llegado hasta nuestros días, ha sido la aparición de las dos Guerras Mundiales. Acaso porque durante estos sucesos ninguna sociedad había experimentado una guerra total, por cielo, tierra y mar.

Sin embargo, durante la Gran Guerra ocurrió un hecho curioso. Frente a la línea de batalla, soldados del imperio alemán y soldados del ejército britanico y francés decidieron hacer un alto a las armas, en una tregua no oficial para poder celebrar la Nochebuena.

Un hecho tan extraño en uno de los momentos más violentos de la historia moderna. El soldado britanico Marmaduke Walkinton relata, que a 270 metros, cuando se encontraban en el frente de batalla, en medio de insultos y disparos, comenzaron a sonar los villancicos entre ambos lados del terreno.

El soldado britanico menciona que fueron los soldados alemanes quienes dieron el primer paso, “mañana no disparen, nosotros no dispararemos”. Durante ese alto a las armas, los soldados convivieron, en lo que es, uno de los hechos más singulares de la historia de occidente. Acaso uno de los más conmovedores.

En ese pequeño espacio de tiempo, los soldados compartieron regalos que las circunstancias les permitían compartir: carne, chocolates, cigarros, galletas. Entre ambos bandos permitieron que los camiones que llevaban suministros, pudieran llegar sin problemas. Incluso, menciona el soldado britanico, hubo quienes jugaron fútbol.También aprovecharon para enterrar a sus muertos.

En medio del frío, la lluvía, bajo condiciones extremas para poder sobrevivir, sucedió un hecho que parece increíble. La Nochebuena y la Navidad detuvieron, por un lapso mínimo de tiempo, las armas.

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