En los años 40´s en el estado de California, se impuso una regla que no aparecía en la constitución norteamericana, ni en el aparato jurídico, que impedía a los ciudadanos de origen mexicano, bañarse en las albercas públicas o privadas, salvo los días lunes, antes de que cambiaran el agua sucia por limpia.
La segregación racial en los Estados Unidos, ha estado centrada en la relación entre negros y blancos, entre la esclavitud y la lucha por los derechos humanos y la igualdad racial. Sin embargo, la discriminación que han sufrido los latinos o este caso específico, los mexicanos, ha sido un punto oscuro que no ha sido tocado por historiadores ni académicos.
Los actos discriminatorios en contra de los mexicanos en los Estados Unidos, han aparecido esporádicamente hasta nuestros días, donde se concretó en la figura del ex presidente Donald Trump, en cuyo discurso una parte de la población de los Estados Unidos se vio identificada.
En el verano de 1943, Mike Valles y Bobby Daste decidieron bañarse en la piscina de Perris Hills. Cuando llegaron al lugar fueron interrogados por el encargado si eran mexicanos; una vez que Valles respondió afirmativamente, le dijeron que tenía que volver el día correspondiente para los mexicanos. Así tuvo que pasar ese día. viendo cómo su amigo se bañaba en la piscina mientras él, por una cuestión racial, debía esperar.
Otro caso similar ocurrió con Sylvia Mendez, quien vivió en aquellos años en el condado de Orange. Hace no mucho comentó que los mexicanos debían esperar al día lunes para poder bañarse, agregando que una vez que lo hacían, cambiaban el agua de las piscinas para los "niños blancos".
El caso de Valles tuvo un eco distinto. Cuando sus padres tuvieron conocimiento de lo que pasaba, decidieron actuar. Antes ya se les había prohibido enterrar a su hijo mayor, Juvenal Valles en el cementerio de Mountain View, quien había perdido la vida a los 19 años, en un entrenamiento aéreo, donde se desempeñaba como cadete. La negativa se debía al hecho de ser mexicano.
Una vez en los tribunales, se cuestionó la particular segregación, a lo cual, la parte demandada argumentó que se debía exclusivamente a una cuestión de higiene; los medios publicaron en los titulares que a los mexicanos no se les permitía bañarse en las albercas por considerarlos sucios. El hecho violaba los derechos regidos bajo la constitución de los Estados Unidos y los mexicanos ganaron el caso, siente esta victoria, la primera en la lucha contra la discriminación.
Nota original de la BBC.
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