El fallecimiento de la Reina Isabel ll conmocionó a todo el mundo, pues al haber permanecido más de 70 años en el trono, la monarca formó lazos e incluso vio crecer a varias generaciones, sin embargo, aún existen algunos misterios que rodean su deceso.

De acuerdo con el libro "Elizabeth: An Intimate Portrait", escrito por Gyles Brandreth, la reina Elizabeth II habría sido diagnosticada con cáncer de hueso, varios años atrás, pero esta noticia decidió mantenerse oculta y la monarca continuó su mandato aún batallando contra dicha enfermedad.

A pesar de que el certificado de defunción de Isabel II, que se hizo público en septiembre, solo registró como causa de su fallecimiento la vejez, este asunto podría volver a abrir el expediente que devele la verdadera causa de su muerte.

“Había oído que la Reina tenía una forma de mieloma, cáncer de médula ósea, lo que explicaría su cansancio y pérdida de peso y esos 'problemas de movilidad' que a menudo nos preocupaban (…) El síntoma más común del mieloma es el dolor óseo, especialmente en la pelvis y la parte baja de la espalda, y el mieloma múltiple es una enfermedad que suele afectar a los ancianos", comentó el autor.

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