Greg Abbott, gobernador de Texas, envío una carta a los jueces de los condados que colindan en la frontera con México con el propósito de solicitar autorización plena para tomar medidas sin precedentes para defender al estado de lo que llamó ‘una invasion’.

Para ello, Abbott invocó cláusulas de las constituciones estadounidenses para facilitar el permiso de:

-El despliegue de la Guardia Nacional y el Departamento de Seguridad Pública de Texas para detener y rechazar a los inmigrantes que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México
-La construcción de un muro fronterizo a lo largo de los condados en la frontera
-El despliegue de barcos con armas para asegurar la frontera
-La celebración de acuerdos con otros estados de Estados Unidos y potencias extranjeras para mejorar la seguridad fronteriza
-Proveer recursos para que los condados fronterizos aumenten sus esfuerzos para responder a la "invasión" de la frontera.

Además, poco antes de enviar la misiva Abbott confirmó el regreso de decenas de inmigrantes en un autobús con destino a Philadelphia (en Pennsylvania), esto como parte de la estrategia de los republicanos de transportar a los extranjeros que recién atraviesan la frontera sur con México a jurisdicciones demócratas del norte del país.

A través de un comunicado, el gobernador republicano dijo que "hasta que la administración Biden haga su trabajo y brinde a los tejanos y al pueblo estadounidense una seguridad fronteriza sostenible, Texas continuará haciendo más que cualquier otro estado para defenderse de una invasión a lo largo de la frontera".

Las ciudades de Nueva York y Chicago también han visto la llegada de autobuses con inmigrantes enviados por el gobernador texano, al igual que otras jurisdicciones del norte, a las que han llegado solicitantes de asilo enviados por los gobiernos de Arizona y Florida.

*Con información de EFE

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