Ante los hechos de violencia que se suscitaron en Tijuana y otras ciudades de la entidad el viernes 12 de agosto, los empresarios locales afiliados a la Coparmex, encabezados por su presidente Roberto Rosas Jiménez, condenaron los actos intimidatorios contra la sociedad bajacaliforniana y la falta de una respuesta contundente por parte de las autoridades.

Calificando la quema de vehículos como terrorismo, mismo que derivó en el pánico de la población, en conferencia de prensa los empresarios hicieron un llamado a los tres niveles de gobierno exigiéndoles justicia: “Por si no lo tienen claro, esto fue terrorismo”.

Se vieron afectados miles de ciudadanos, muchos de ellos bajados violentamente del transporte público generando pánico e incertidumbre. Personas trabajadoras, de bien, de la tercera edad, mujeres y niños que no merecían atravesar por episodio como este.

Manifestando su cansancio por los discursos de las autoridades en el tema de seguridad, los afiliados a la Coparmex señalaron la falta de coordinación entre los mandos y exigieron su renuncia pues “no han dado resultados, no hay coordinación y no existe unidad”.

Agregaron que el efecto negativo que los hechos de ayer abonaron a la imagen de Tijuana “no se borrarán de la noche a la mañana, es muy grave y seguramente tendrá repercusiones en los próximos días sobre la operación de la industria y el comercio local”.

Su declaración culminó deseando que la privación de la paz y la tranquilidad no impere en las calles y expresaron su disposición para colaborar con el gobierno local y estatal.

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