La nación de Bélgica ha hecho historia al anunciar la reducción de su semana laboral de 5 a 4 días, esto luego de llegar a un acuerdo con su administración, y aunque la noticia ha causado sensación a nivel mundial, otros más también se han quejado del decreto.

Muchas personas que se han enterado de esta situación piensan que los empleados gozarán de un día más de descanso y esto a su vez contribuirá a una vida con menos estrés, sin embargo, la realidad es muy diferente, pues estos deberán reponer el tiempo en los 4 días en los que sí deben ir a trabajar.

Medios locales, tales como Standaard, informaron que esta reforma ampliará las horas diarias que deberán trabajar de 8 a 10 horas, con el fin de reponer las 8 que fueron “restadas”.

Sin duda, los trabajadores que quieran hacer válido este día de descanso adicional se verán obligados a tener una carga mayor de trabajo, además de que deben informar a su empresa con una semana de antelación. Cabe mencionar que aún así, la empresa puede negar este permiso, sin embargo deberán justificar el porqué de su decisión.

Esto ha hecho que el país europeo sea objeto de críticas, ya que es una manera de disfrazar la explotación laboral en lugar de brindar un día de descanso extra tal y como se tenía planeado en la idea inicial de esta política, añadiendo que la decisión final va totalmente en contra de la meta original.

El presidente del Partido de los Trabajadores de Bélgica (PTB), Raoul Hedebouw, declaró que esto es una reforma hecha para los patrones y que no se tomó en cuenta a las personas durante su discusión.

“Una reforma hecha a la medida de los patrones, no de la clase obrera. El estrés, el agotamiento y las enfermedades a largo plazo estallarán. No se pensó en las personas”.

Como se mencionó anteriormente, el principal propósito de esta nueva política era reducir las horas de trabajo sin afectar el salario de los trabajadores, aunque al optar por cubrir ese tiempo perdido en 4 días todo terminó por un rumbo totalmente distinto.

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