Durante el fin de semana pasado, Matthew Coleman de 40 años, instructor de surf de California, llevó a su hijo de dos años y a su hija de 10 meses a Rosarito. El lunes 9 de agosto los mató porque según Coleman se iban a convertir en monstruos.

El instructor confesó haber matado a sus dos hijos con una pistola de pesca submarina después de secuestrarlos, y dijo a los investigadores que su creencia en las teorías de conspiración conocidas como QAnon lo obligó a hacerlo.

QAnon es un movimiento de conspiración pro-Trump cuyos seguidores sostienen que un grupo de demócratas y gente de élite participan en la pedofilia y adoran a Satanás.

"Coleman dijo que creía que sus hijos iban a convertirse en monstruos, así que tuvo que matarlos”, comentó la agente especial del FBI, Jennifer Bannon. "Explicó que fue iluminado por las teorías de conspiración de QAnon e Illuminati y estaba recibiendo visiones y señales que revelaban que su esposa poseía ADN de serpiente y se lo había transmitido a sus hijos".

La esposa del Sr. Coleman se comunicó por primera vez con el Departamento de Policía de Santa Bárbara el sábado 7 de agosto, día en que el Sr. Coleman se fue con sus hijos y no dijo a dónde iba. La esposa del Sr. Coleman descubrió el domingo 8 que su esposo estaba en Rosarito, gracias a la función "encontrar mi teléfono".

Según las autoridades de Baja California, un video de vigilancia mostró a Coleman salir del hotel City Express Rosarito, con sus dos hijos, a las 3 am del lunes 9. Horas después, regresó solo. Luego, se marchó del hotel.

Cuando Coleman intentó regresar a Estados Unidos a través del puerto de entrada de San Ysidro a la 1 pm del lunes, fue detenido por agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, los investigadores encontraron sangre en los papeles de registro del vehículo.

Los cuerpos de los dos niños, fueron encontrados en una zanja por las autoridades mexicanas, y tenían heridas punzantes en las cavidades del pecho. De acuerdo con el FBI, M Coleman había tirado la pistola de pesca submarina en un arroyo y su ropa ensangrentada en un contenedor de basura al costado de una carretera en Tijuana.

El 31 de agosto se le dará lectura de cargos a Matthew Coleman.

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