Autoridades informaron sobre el hallazgo de un león muerto en las calles de Guadalajara, Jalisco, específicamente en la colonia Rancho Nuevo, en el cruce de las avenidas Normalistas y Patria, donde yacía el cadáver del felino ya en un avanzado estado de descomposición.

El reporte fue realizado por vecinos de la zona, quienes inicialmente pensaron que se trataba de un cuerpo humano envuelto en cobijas, por lo que denunciaron el hecho a la policía local, quienes se llevaron una gran sorpresa al descubrir el cuerpo sin vida del enorme felino.

Los sucesos ocurrieron cerca de las 9 de la mañana (hora local), cuando los elementos municipales acudieron al lugar, percatándose que el gran bulto ya comenzaba a emanar olores fétidos.

Al intentar descubrir el cadáver, se dieron cuenta que este se encontraba cubierto por varias cobijas sueltas atadas con una única cuerda alrededor del cuerpo sin vida del león.

Aunque inicialmente creyeron que podría ser un perro de gran tamaño, características como el pelaje, el tamaño de las patas y una gran cantidad de pelo en la zona del cuello, provocaron que se llegara a la conclusión de que el cuerpo pertenecía a un felino tan bien conocido como “el rey de la selva”.

Fue así que los restos se reportaron pertenecientes a un ejemplar de dicha especie animal, estableciendo también en el reporte que presentaba signos de violencia y maltrato.

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