Desde que Netflix se ha convertido en un imprescindible para el entretenimiento familiar, el público ha tenido que lidiar con una molesta situación: la cancelación de programas con mucho potencial que además son bien recibidos por la crítica y los espectadores. Si estás harto de que esto suceda, te contamos cuáles son los parámetros que toma en cuenta la compañía de streaming para decidir cancelar un show y qué podemos hacer como usuarios para evitarlo.
De acuerdo con datos de la firma de análisis de medios, Ampere Analysis, en promedio, una serie original de Netflix tiene sólo dos temporadas antes de ser cancelada. El público conoce muy bien esta situación, y es que sumado a las detestadas decisiones de la compañía, este año todos han tenido que enfrentarse al duro golpe financiero provocado por la pandemia de Covid-19. Si ya era una tragedia que Anne with an E se hubiera despedido para siempre de la plataforma de streaming, la noticia de que series como El Mundo Oculto de Sabrina y El cristal encantado: La era de la resistencia habían sido canceladas tampoco dejaron nada contentos a los fans.
Netflix no publica cifras de rating de la misma manera que las cadenas de televisión, pero de acuerdo con un extenso reporte de Wired, la compañía decide renovar o cancelar sus series originales en función de la audiencia frente al costo del proceso de renovación. Se determina si el costo de producir otra temporada de un programa es proporcional al número de espectadores que lo recibe. Pero eso no es todo, según lo presentado en un documento enviado al Comité de Selección Digital y Comunicaciones de la Cámara de los Lores, el gigante de streaming también considera otras tres métricas al momento de decidir si cancelar o renovar una serie.
La plataforma de streaming analiza dos datos dentro de los primeros siete y 28 días de que un programa está disponible en su catálogo: “Starters” (quienes miran solamente un episodio de la serie) y “Completers” (los que terminan una temporada completa). La métrica final es “Espectadores”, es decir, el número total de suscriptores que miran un programa. Esto en conjunto determina si una serie es digna de renovación, dado que para Netflix realizar una nueva temporada es mucho más costoso de lo que parece.
Normalmente las cadenas de televisión pagan una parte de los costos de producción y luego relevan la responsabilidad a la compañía de producción. La idea es que los programas se compren internacionalmente, yendo a otras emisoras e incluso a servicios de transmisión, lo que genera jugosas ganancias a los productores. Sin embargo, en el caso de Netflix, su contenido permanece en la plataforma. La compañía intenta volverse más atractiva a los productores otorgándoles bonos y aumentos en su salario conforme avanza un show, así que una segunda o tercera temporada de un programa se convierte en algo verdaderamente costoso y el gigante de streaming prefiere ceder a la cancelación, según explica Tom Harrington, analista de Enders Analysis:
Tienen que dar [a un programa] más dinero por temporada, y si deciden renovarlo, se vuelve más caro para ellos. Por eso, se cancelan muchos programas, más después de dos temporadas porque les cuesta más.
Por último, es muy importante que una serie crezca más allá de su base de fans. El show ideal para Netflix es aquel que atrae a todos sus suscriptores y no solamente a un grupo dedicado al contenido del programa. Tomando todos los puntos anteriores, si los espectadores quieren que su serie favorita siga renovándose, entonces los primeros 28 días son críticos para ser “espectadores” y “completers”. Asimismo, será necesario esperar que el show atraiga una audiencia masiva suficiente para justificar el costo de la renovación por su segunda temporada.
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