Las nuevas políticas de endurecimiento de operativos contra migrantes centroamericanos en México son las preocupaciones de las organizaciones en defensa de los Derechos Humanos. En Tijuana se reunieron 40 para compartir experiencias y llegar a nuevas ideas para enfrentar el aumento de migrantes en México, en zonas fronterizas donde deberán esperar todos los que pidan asilo humanitario en Estados Unidos.

Marcelo Ebrard, secretario de relaciones exteriores negoció recrudecer las políticas migratorias en México a cambio de la suspensión por 45 días de la aplicación de aranceles extra a los productos que se exportan a Estados Unidos. Mientras que Donald Trump usó su Twitter para amenazar con volver a aplicar aranceles a México si no hacen lo suficiente. Lo suficiente, una palabra muy subjetiva que tuvo que tener indicadores más humanos de acuerdo a Luis Orlando Pérez, del área de educaciîn de Derechos Humanos, Miguel Agustín Proo,

“Ese debería ser el indicador: cómo estamos reduciendo los índices de pobreza, cómo estamos reduciendo los índices de desigualdad, qué políticas estamos empleando para todos aquellos que están migrando de manera forzada, cuáles son las formas en la que los países vamos a acoger a estas personas que están llegando y necesitan trabajo, que necesitan vivienda, necesitan educación. Sabemos que hay un número importante de mujeres que están migrando, menores de edad, niñas, niños, adolescentes, que necesitan también atención, que necesitan también educación, esos deberían ser los indicadores ¿no?, ¿a cuántas personas estamos atendiendo y estamos atendiendo bien?, y ¿cómo estamos resolviendo los problemas estructurales de los gobiernos de la región? Esos deberían de ser realmente las políticas de evaluación”, dijo.

Una alternativa que no se ha explorado es aumentar el personal en los juzgados migratorios en Estados Unidos. Ante la alza en la demanda de expedientes que tiene saturados los albergues, no se habla de aumentar la capacidad con mayor personal.

“Hacer una inversión importante en el personal administrativo que agilice los trámites de refugio, de asilo uy también pues ayudarles con todos sus papeles para que ellos puedan buscar trabajo por sus propias manos. Yo creo que muchos de los migrantes que están llegando a México es gente muy capacitada, gente con muchas ganas de trabajar y lo que necesitan son las condiciones jurídicas, las condiciones legales para hacerlo”

En Tijuana se reunieron cuarenta representantes de comedores, albergues y centros de defensa de los derechos de los migrantes en México y Estados Unidos, son 6 de California, Arizona y Texas mientras que el resto son de las ciudades fronterizas como Tijuana, Torreón, Monterrey y otros de Coahuila. Fue en la Universidad Iberoamericana en donde se busca obtener mejor coordinación entre las organizaciones civiles que son los primeros que dan atención a los migrantes en camino y a los deportados.

“Los migrantes no son moneda de cambio, no son camino para la negociación. La política internacional debería estar poniendo atención en otros temas y no en el flujo migratorio. Y más bien deberían estar pensando los gobiernos de toda la región cómo van a fortalecer el combate a la pobreza, el combate a la desigualdad, el combate a la corrupción de las policías, cómo van a detener las bandas criminales operando en toda la región y que lucran con el sufrimiento de las personas migrantes que están migrando no por gusto sino porque no tienen opción. Tienen que salir de sus países sobre todo por el factor de la violencia y la pobreza”, insistió Luis Orlando Pérez, del área de educaciîn de Derechos Humanos, Miguel Agustín Proo.