Durante más de 15 años, la Unidad de Investigación Psicodélica de la Universidad Johns Hopkins ha sido el equipo de investigación más importante de Estados Unidos para estudios psicodélicos.
Uno de los temas más importantes que actualmente exploran es los efectos de la psilocibina en la adicción, la depresión en las personas físicamente saludables, y la depresión y la ansiedad provocadas por un diagnóstico de cáncer. Muchos de los resultados de esta investigación han demostrado que la psilocibina es una herramienta invaluable para la salud mental, a diferencia de cualquier otro elemento de la medicina moderna.
"Las personas con cáncer que padecen de angustia sustancial se quedan estancadas con pensamientos de '¿por qué me pasó esto a mí?' y 'la vida no tiene sentido'. Naturalmente, se obsesionan tanto con el cáncer que no pueden disfrutar de la vida que les queda", señala Matthew W. Johnson, profesor asociado de psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
"Muchas de estas personas están físicamente sanas en el presente, pero su vida es un completo infierno porque están tan preocupadas con el cáncer y no pueden superarlo. No pueden levantarse y disfrutar del sol o de su familia debido a estos sentimientos" dice Matthew.
Johnson y su equipo han tratado pacientes con cáncer y sus resultados son profundos. Dice que "los pacientes con cáncer muestran reducciones dramáticas de la depresión y la ansiedad que perduran por hasta seis meses y, a veces, un año, lo cual es asombroso". Pero "tampoco se trata solo de pacientes con cáncer. Nuestros estudios mostraron una mejora similar en la depresión en sujetos no terapéuticos [personas que no tienen un trastorno específico como la adicción al tabaco o la angustia relacionada con el cáncer].
Estos resultados son exclusivos de la psilocibina como medicamento, pero es un medicamento que proporciona una experiencia. En cierto modo es como la psicoterapia".
"Todos podemos tener experiencias psicodélicas trascendentes fuera de los entornos clínicos, y eso puede ser muy útil, pero es difícil dejarte ir cuando estás en un concierto, por ejemplo, y estás preocupado por tu billetera, tu teléfono y la policía", explica Johnson. "Probablemente no quieras estar llorando por tu madre en un rincón en una fiesta o algo así, pero si estás haciendo uno de estos estudios y sientes la necesidad de llorar por tu madre, entonces es exactamente lo que debes hacer".
La capacidad de los hongos de liberar la mente tan solo lo suficiente para estar presente en el momento es la razón por la cual Johnson y sus colegas están tan entusiasmados con sus hallazgos. Su equipo dice que ningún otro medicamento ha sido capaz de producir resultados similares a los de la psilocibina, tanto en el tratamiento de la depresión como en las adicciones de todo tipo.
Es importante tener en cuenta que debido a la naturaleza experimental del tratamiento, los estudios de este tipo han sido relativamente pequeños y homogéneos hasta el momento. La investigación psicodélica de cualquier tipo puede ser difícil por una variedad de razones: protegerse es difícil o imposible, la sustancia en cuestión es ilegal y este tipo de tratamiento híbrido de terapia y medicina es un territorio inexplorado.
A pesar de los hallazgos prometedores, este tipo de investigación aún se encuentra en sus etapas preliminares. Johnson está un poco frustrado con la percepción del público de que los hongos psicodélicos son una droga recreativa o un remedio falso. "Algunas personas pueden decir que suena como un fraude. Pero para mí todo se reduce al hecho de que estas personas están estancadas, en su mente y comportamiento, con alguna adicción o depresión”, dice. "Hay mucho beneficio en esto".
Colorado y Oregon actualmente están considerando la legalización de los hongos. Los pacientes dicen, tras tratarse con hongos, que las plantas "podrían hacerle el bien a alguien que está sufriendo depresión. O que "hay algo por ahí que es inexplicable, algo a lo que se conectan los hongos. Estoy en paz con lo que venga", coinciden. “Cuanto más me preparo para decir adiós, más en paz me siento con esa realidad. Mi experiencia me ha brindado una paz a pesar de todo esto, una paz que he podido compartir con mi familia en mis últimos días".
editorial@sandiegored.com
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