Tras despedida de Francisco, el Vaticano se prepara para una nueva elección histórica. Después de las ceremonias de despedida al papa Francisco, se esperaba el anuncio oficial de la fecha en que se llevaría a cabo el cónclave para elegir a su sucesor. Finalmente, se ha confirmado: la tradicional elección papal tendrá lugar el próximo 7 de mayo de 2025. Esta será en la emblemática Capilla Sixtina, en la Ciudad del Vaticano.
La organización de este evento tan importante para la Iglesia Católica está a cargo del cardenal italiano Giovanni Battista Re, quien tendrá la responsabilidad de dirigir el proceso conforme a las reglas establecidas.
¿Cómo funciona un cónclave?
El cónclave es el proceso mediante el cual los cardenales de la Iglesia Católica se reúnen para elegir a un nuevo papa. Esta tradición puede durar varios días, ya que requiere que los participantes lleguen a un acuerdo sobre el candidato ideal.

Normalmente, se realizan dos votaciones al día: una por la mañana y otra por la tarde. Después de cada jornada, se procede a la quema de las boletas, cuyo humo indica el resultado de la votación. El famoso humo blanco anuncia que se ha elegido un nuevo papa. Mientras que el humo negro significa que aún no se ha alcanzado un consenso.
¿Desde cuándo se celebra esta tradición?
La tradición del cónclave se remonta a 1268, tras la muerte del papa Clemente IV. En aquel entonces, la elección de su sucesor se prolongó durante casi tres años, lo que llevó a establecer normas más estrictas para acelerar el proceso. Desde entonces, el cónclave se celebra bajo reglas precisas de aislamiento y votación, dentro de la Capilla Sixtina, para garantizar la elección rápida y libre de presiones externas.
Con la fecha ya fijada, el mundo católico entra en un periodo de expectativa y reflexión, a la espera de conocer quién será el próximo líder espiritual de más de mil millones de fieles en todo el mundo.