El gobierno de Estados Unidos ha confirmado a Ronald Johnson como el próximo embajador en México. Johnson, quien fue Boina Verde en las Fuerzas Especiales del Ejército de EE.UU. y también trabajó como agente de la CIA, reemplazará a Ken Salazar, quien deja su cargo tras casi tres años de gestión.
Confirmación dividida en el Senado
La nominación de Johnson fue aprobada este miércoles en el Senado estadounidense, en una votación dividida de 46 votos a favor y 46 en contra. De acuerdo con lo informado, Ronald Johnson habla español con fluidez y ya cuenta con experiencia diplomática, pues anteriormente representó a EE.UU. en El Salvador.

Polémicas declaraciones sobre seguridad de Johnson
Durante su proceso de confirmación, Johnson generó controversia al afirmar que no descarta el uso de acciones militares contra los cárteles de la droga en México, incluyendo incluso el uso de bombardeos en territorio mexicano. Estas declaraciones provocaron un rechazo inmediato por parte de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien ya calificó antes como inaceptable cualquier intervención militar extranjera.
Reacciones oficiales y en redes sociales
El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, a través de la cuenta oficial del Senado, celebró la designación:
“El Senado acaba de confirmar a Ron Johnson como embajador de EE.UU. en México. Es una gran noticia y espero ver prosperar la relación bilateral bajo su liderazgo.”
México, entre tensiones diplomáticas y comerciales
La llegada de Johnson se da en un momento complejo para la relación bilateral. Actualmente, México enfrenta tensiones arancelarias con Estados Unidos, particularmente por la importación de productos manufacturados provenientes de China, que utilizan a México como puente hacia el mercado estadounidense. Washington ha expresado preocupación sobre prácticas comerciales que podrían evadir acuerdos establecidos en el T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá).
Este contexto suma un nuevo reto para el nuevo embajador, quien deberá equilibrar los intereses de seguridad, comercio y diplomacia en una de las relaciones más importantes para la Casa Blanca en la región.