Miles de manifestantes se reunieron este sábado en el centro de San Diego como parte de una jornada nacional de protesta conocida como “Hands Off” o “Manos Fuera”, en respuesta a las políticas migratorias y económicas de la administración del expresidente Donald Trump.
Protestas desde la Plaza del Centro Cívico
La movilización comenzó en la Plaza del Centro Cívico, donde los participantes expresaron su rechazo a lo que consideran ataques directos al sistema de salud, los sindicatos, y las comunidades más vulnerables del país.
“Están desmantelando las protecciones que tanto nos costaron conseguir”, señaló una manifestante. “Y ahora también quieren separarnos de nuestras familias. No lo vamos a permitir”.
Preocupación entre veteranos y líderes locales
De acuerdo con el medio local Fox 5, entre los asistentes se encontraban veteranos de guerra preocupados por posibles recortes a programas de vivienda y atención especializada. “Los recortes a los subsidios y a los servicios para veteranos nos dejan en el abandono”, dijo Andy Kopp, exmiembro de la Marina.
Líderes locales también hicieron acto de presencia. El concejal de San Diego, Stephen Whitburn, criticó los aranceles impulsados por Trump, destacando que “ponen una carga adicional sobre las familias trabajadoras que ya luchan por sobrevivir con el alto costo de vida”.
Por su parte, el asambleísta estatal Chris Ward denunció que la administración estaba “usando a comunidades marginadas como distracción, mientras desvía fondos públicos hacia programas que sólo benefician a multimillonarios como Elon Musk”.
Protestas en todo el país
San Diego no fue la única ciudad que alzó la voz. Miles más se congregaron en otras ciudades como Oakland, San Francisco, Boston, Portland, Salt Lake City, Chicago, Idaho y muchas otras. El mensaje fue claro: resistencia contra las políticas que amenazan los derechos civiles, laborales y humanos.
“Terroristas contra la economía”
Los manifestantes portaban pancartas con mensajes dirigidos directamente a Trump y Elon Musk, a quienes algunos calificaron de “terroristas contra la economía”. Banderas, cánticos y consignas pintaron el ambiente de una movilización marcada por la indignación y la solidaridad.
Las protestas continúan a lo largo del fin de semana, y los organizadores han prometido mantener la presión con nuevas acciones en los próximos días.