Cada vez es más común que ciudadanos estadounidenses busquen establecer un hogar en México, especialmente en destinos turísticos de playa. En años recientes, Playas de Rosarito se ha vuelto particularmente popular entre jubilados que buscan tranquilidad y descanso. Aunque la mayoría de estas experiencias son positivas, también existen historias desafortunadas.
Este fue el caso de Humberto y Elsa Valdez, residentes de El Cajón en San Diego, quienes compartieron con medios locales cómo su sueño de tener una casa de retiro en Rosarito terminó siendo una pesadilla. Todo comenzó en 2018, cuando la pareja decidió invertir en una propiedad con la esperanza de construir allí la casa de sus sueños.
¿Dónde estaba la casa de los sueños de los Valdez?
La propiedad, ubicada en una zona atractiva justo al otro lado de la autopista, tenía un costo de 128,570 dólares. “Estaba en una buena ubicación, una excelente ubicación, no frente al mar, pero muy cerca”, relató Humberto Valdez a NBC San Diego, recordando la ilusión que sintieron al firmar un contrato con Grupo Concordia, una empresa mexicana especializada en desarrollos inmobiliarios dirigidos a estadounidenses.

La pareja acordó realizar pagos mensuales de poco más de 900 dólares. Durante varios años fueron puntuales con sus pagos, y alcanzaron la suma de aproximadamente 74,000 dólares. Sin embargo, decidieron dejar de pagar cuando se dieron cuenta de que la construcción prometida ni siquiera había comenzado.
Grupo Concordia el encargado de la construcción
Grupo Concordia justificó los retrasos alegando problemas derivados de la pandemia. “Le echaron la culpa a eso y dijeron: ‘Está bien, todo avanza lentamente, pero seguiremos adelante’”, explicó Humberto. “Para entonces, ya llevaba tres años invertidos, así que decidí continuar”. Y así lo hicieron, hasta diciembre pasado, cuando la empresa rechazó su pago mensual y les comunicó que la construcción de la casa ya no sería posible.
En enero, Humberto y Elsa enviaron una carta a Grupo Concordia solicitando la devolución íntegra del dinero invertido. La oficina de San Ysidro de la misma empresa les ayudó a redactar la carta. En respuesta, Grupo Concordia aceptó devolverles el dinero en cinco pagos mensuales, iniciando en mayo.
El abogado corporativo de la empresa, José Roberto Figueroa, señaló que se trató de una situación excepcional causada por la pandemia, un evento global que afectó múltiples sectores económicos.
Humberto, sin embargo, manifestó que su confianza en la empresa ya se había perdido y expresó que, aunque aceptó esperar cinco meses para recuperar su dinero, quería dejar claro que estaba profundamente insatisfecho con la situación.