Tijuana, una ciudad conocida por su facil acceso a la comida rápida, ha experimentado un giro sorprendente en su escena gastronómica durante los últimos meses.
En 2025, el aumento de precios es cada vez más notorio y esto a generado desacuerdos entre locales y turistas que toman un tiempo para disfrutar la comida en Tijuana. Lo que antes era una opción económica y sabrosa ahora se ha convertido en una experiencia costosa y hasta “lujosa”.
Un claro ejemplo es Torta Plaza, donde el costo de una comida para cuatro personas puede superar los 800 pesos. Aunque el establecimiento ofrece tortas que en el pasado se consideró accesible, ahora, el precio de las tortas oscila entre los 200 y 280 pesos, y la suma total se ve aumentada por los combos y otras opciones adicionales.
Este fenómeno no solo se limita a este lugar, sino que es un reflejo de una situación que está afectando a la gastronomía en la ciudad.

¿Por qué comer en la calle ya no es tan barato?
Las razones de estos incrementos no son tan simples. La inflación ha elevado el costo de insumos básicos que los restaurantes necesitan para operar, como las carnes, vegetales y el pan.
Además, Tijuana al ser una ciudad fronteriza, depende en gran medida de los productos importados desde el país vecino. Muchos restauranteros de la ciudad compran ingredientes clave para sus platillos en Estados Unidos.
Por ejemplo, algunas carnes esenciales para preparar tacos, tortas y otros alimentos, son compradas por muchos restauranteros en California debido a la cercanía y calidad.
Los aranceles impuestos sobre estas carnes, sumados al costo de transporte y otras tarifas adicionales, elevan su precio final. Esto impacta directamente en los costos operativos de los restaurantes en Tijuana, que deben trasladar esos incrementos a los precios de los platillos, afectando el bolsillo de locales.