Durante la primera semana del mandato del presidente Donald Trump, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE, por sus siglas en inglés) reportó la detención de 2 mil 382 inmigrantes indocumentados y la emisión de mil 797 órdenes de captura. Este repunte en las detenciones se debe a la implementación de la política migratoria del mandatario republicano.
Un reportaje de EFE informa que el impacto de estas medidas no solo está afectando a comunidades inmigrantes, sino también a los sectores económicos que dependen de esta mano de obra.
Empresarios han comenzado a señalar una reducción en la productividad debido a la ausencia de trabajadores, quienes por temor a ser deportados, prefieren quedarse en casa. La American Business Immigration Coalition ha reportado una desaceleración del 50% en las operaciones de sectores clave como la agricultura, la construcción y la manufactura.
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Empresarios advierten escasez de mano de obra y bajas en la producción
Rebeca Shi, directora ejecutiva de la organización American Business Immigration Coalition, ha subrayado que las deportaciones están afectando a “trabajadores esenciales” que cumplen un rol fundamental en la economía estadounidense.
Matt Teagarden, presidente de la Asociación de Ganaderos de Kansas, señaló que la mano de obra inmigrante es crucial para la industria agrícola.
“Los criminales violentos deben ser deportados, pero también se necesitan caminos para legalizar a los inmigrantes que cumplen con la ley”, comentó, abogando por una reforma migratoria que pueda resolver la escasez de mano de obra sin afectar la producción del país.
Otro sector particularmente vulnerable es el cuidado de ancianos, donde los inmigrantes representan el 80% de la fuerza laboral. Adam Lampert, director ejecutivo de una empresa de cuidado de enfermos en Texas, advirtió que esa industria “crece rápidamente”.
“Por año se va a necesitar un millón de enfermeros, que no tenemos domésticamente. Tenemos que buscarlos más allá de las fronteras” mencionó Lampert.
Tras el impacto de las deportaciones bajo el mandato de Donald Trump, la economía estadounidense podría enfrentar una crisis laboral, especialmente en sectores donde los estadounidenses no están interesados en ocupar los puestos vacantes.
Tony DiMare, productor de tomates en California y Florida, destacó que su industria depende en gran medida de los inmigrantes para la cosecha manual. Los empresarios claman por una reforma migratoria urgente que resuelva el problema de fondo y permita a EE.UU. mantener su competitividad y liderazgo global.
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