El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a sembrar la controversia después de ordenar la cancelación de al menos 68 subvenciones destinadas a 46 instituciones que se encargan de financiar investigaciones de importantes enfermedades, entre ellas algunas centradas en la salud de la comunidad LGBT.
Esto forma parte de las medidas que la administración del mandatario decidió tomar en contra de lo que ha descrito públicamente como ciencia impulsada por ideologías.
Como se mencionó anteriormente, lo que ha avivado más la polémica ha sido que la mayoría de estas investigaciones, mismas que obtuvieron una inversión de más de 40 millones de dólares, estaban relacionadas con minorías sexuales, entre ellas algunas centradas en el estudio del VIH.
El cáncer, el suicidio juvenil y la salud ósea se encuentran entre las otras problemáticas que enfrentan este corte presupuestario. Pese a que parte del dinero ya se había gastado, al menos 1.36 millones de dólares fueron retirados.
Por su parte, Andrew Nixon, vocero del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS por sus siglas en inglés), se pronunció al respecto diciendo que la dependencia estaba “dedicada a restaurar nuestras agencias a su tradición de mantener un estándar de oro, basado en evidencia científica”.
Cabe destacar que uno de los proyectos cancelados comenzó en la Universidad de Vanderbil, institución que había estado siguiendo la salud general de más de mil 200 personas LGBTQ de 50 años o más.
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