Después de salir del agua notó que sus piernas estaban completamente ensangrentadas, por lo que fue a parar al hospital, donde tardaron días en detener las hemorragias.
El joven Sam Kanizay estaba en el agua cuando llegó a sentir un hormigueo, pero creyó se debía al esfuerzo y cansancio en los músculos después del partido de fútbol.
Unos minutos después empezó a ver como sus piernas desprendían sangre de pequeñas llagas.
Los hechos sucedieron en una playa de Melbourne en Australia, una playa que según comentan es muy concurrida, por lo que no se explicaban qué sucedió, al no tener precedente de otro caso similar.
Todo el fin de semana el joven se la pasó en distintos hospitales, donde les fue imposible detener en su totalidad la hemorragia.
Fue allí cuando una enfermera comentó que posiblemente lo que estaba ocasionando las llagas fueran "piojos de mar".
El padre del joven narró como todos los miembros del hospital estaban "fascinados" con lo que le pasaba a su hijo, sumergidos en google para descubrir qué pudo ocasionarlo. Llegaron a varias teorías, pero ninguna certera.
Por tal razón, el mismo padre se puso a investigar la posible causa de lo que le pasó a su hijo.
Armado con una red y un pedazo de carne regresó al sitio donde capturó a cientos de las criaturas que probablemente fueron las responsables.
La agencia gubernamental que administra tanto museos como institutos de investigación, Museums Victoria, logró identificar apenas hoy a los animales como un tipo de lisianásidos, o "pulgas del mar".
Vía DailyMail.com y con información de NPR.
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