La señora Dalva, quien por años ha vivido en un barrio periférico en Sao Paulo, Brasil, lugar que le permite estar cerca de sus primos, hermanos y amigos, vivía en una casa con graves problemas estructurales y sanitarios. Y ni hablar de vender la casa para comprar un pequeño departamento, ya que la mayoría estaban en lugares muy alejados y sin elevador, teniendo en cuenta su edad avanzada.
Fotos: © Pedro Kok
Fue por eso, que en el 2011 su hijo se acercó a la constructora de Valdionor Andrade de Carvalho, donde junto a su equipo de trabajo, comenzaron a planear el diseño de la nueva casa, para lo cual, destruyeron la anterior.
El proyecto se limitó en base al poco dinero con el que contaba la familia, en el 2014 fue cuando se comenzó con la construcción de la casa, la cual quedó terminada 6 meses después de finalizar con los trabajos de albañilería, dando grandes resultados y una notoria diferencia, aparte de económica.
Fotos: © Pedro Kok
Vía ArchDaily
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