México.- Siete osamentas acompañadas de vasijas, restos de alimentos y ajuares, que fueron halladas en cinco entierros prehispánicos en la zona arqueológica de Tamtoc del estado mexicano de San Luis Potosí, revelan la dieta y costumbres funerarias de la cultura Huasteca.
Los restos, cuyo origen se calcula entre los años 900 y 1521, se cree que pertenecieron a personajes de alto rango social debido a que fueron enterrados junto a ricas ofrendas y ajuares muy elaborados, explicó hoy a Efe en entrevista la arqueóloga Estela Martínez Mora.
Comprendida por los estados mexicanos de Veracruz, San Luis Potosí, Hidalgo, Tamaulipas, Querétaro y Puebla, la región Huasteca tiene varias zonas arqueológicas como la de Tamtoc, en donde a finales de 2010 se hallaron los restos funerarios.
"Es la primera vez que se localizan en la Huasteca vestigios comestibles y fragmentos textiles", destacó Martínez Mora, quien aseguró que éstos les permitieron descubrir que los huastecos enterraban a sus muertos envueltos en mantas, abrazándose las piernas y con posición hacia el este, por donde sale el sol.
De las mantas se pudieron recuperar fragmentos textiles que aún conservan pigmentos minerales de colores rojo, azul, amarillo y blanco, así como algunas cuentas de cobre, concha y piedra verde.
La pedrería, que según la arqueóloga provino del océano Pacífico (caracolas) y de países como Guatemala (piedras verdes) fueron materia prima de prestigio debido a "la lejanía de su origen".
"Saber que para conseguirla iban a pie y atravesando los ríos explica su valor, pero sobretodo nos da una idea del nivel de comercio del pueblo huasteco".
Sobre la dieta alimentaria, residuos de alimentos servidos en platos y vasijas antropomorfas revelaron que antiguamente se alimentaban de armadillos, flamencos, huevos de guajolote (pavo) y peces como bagres y mojarras, y que condimentaban sus alimentos con pimienta y cacao.
Según datos revelados por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia, los comestibles debieron haberse enterrado crudos con el fin de que se conservaran para cuando las almas llegaran al inframundo o el más allá.
Los entierros fueron localizados en el edificio prehispánico conocido como "Estructura 1", en el área habitacional que correspondía a la elite de Tamtoc.
Éstos aún siguen en proceso de estudio y se espera que en los próximos días revelen, entre otras cosas, qué otros alimentos consumían los huastecos y a qué familia pertenecían los siete individuos.
