Río de Janeiro, 2 nov (EFE).- La presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró que su gobierno mantendrá las medidas de Luiz Inácio Lula da Silva para que los clubes locales puedan retener a los astros de fútbol que abandonan el país prematuramente atraídos por ofertas del exterior.
Rousseff, elegida el domingo como primera presidenta de Brasil con el 56,05% de los votos válidos, afirmó en entrevista al diario deportivo Lance que dará continuidad a las políticas ya implantadas por su mentor político, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, para fortalecer las finanzas de los clubes y permitirles detener el éxodo de jóvenes revelaciones hacia el fútbol europeo.
"El gobierno ya desarrolla políticas públicas para garantizarle un espacio institucional y económico favorable a la solidez y a la sustentabilidad de los clubes brasileños, lo que les permitirá tener condiciones de mantener a los grandes talentos del fútbol brasileño", afirmó Rousseff en una entrevista publicada hoy por el diario deportivo Lance.
La mujer escogida a dedo por Lula para sucederle en el cargo agregó que esas medidas serán fortalecidas con la creación de la Secretaría Nacional del Fútbol y Defensa del Hincha, responsable por todas las políticas relacionadas con el deporte más popular en el país y del que Brasil es cinco veces campeón mundial.
Según la presidenta electa, esa secretaría, que estará vinculada al Ministerio de Deportes, "manejará con acciones sistemáticas y diferenciadas las políticas públicas específicas para el área".
Entre otras funciones de dicho organismo citó "invertir en la valorización del fútbol femenino para que pueda ser hegemónico mundialmente como el masculino; profundizar las acciones para garantizar la seguridad y la comodidad en los estadios, e implantar las medidas del ya aprobado Estatuto del Hincha".
Aseguró que la citada Secretaría, en asociación con el Consejo Nacional de Justicia, será responsable por implantar "una política nacional de prevención de la violencia en los espectáculos de fútbol y por promover iniciativas que propicien el desarrollo económico del fútbol".
Rousseff, que será la presidenta responsable de la organización del Mundial de fútbol de 2014 y de la construcción de gran parte de las infraestructuras necesarias para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016, afirmó que todas las inversiones para esos dos eventos podrán ser fiscalizadas en portales de transparencia.
Agregó que, en el caso del Mundial de 2014, las inversiones públicas se limitarán a la "infraestructura social y urbana", incluyendo obras de transportes, habitación y saneamiento, y a créditos para permitir la ampliación y modernización de los estadios.
"En el caso de los Juegos Olímpicos la proporción de los recursos públicos será mayor, incluso porque la ampliación de las instalaciones deportivas es un interés del Gobierno", dijo Rousseff, que, como ministra de la Presidencia de Lula, fue responsable por parte de las negociaciones con la FIFA y con el Comité Olímpico Internacional (COI) para atraer los dos eventos a Brasil.
Rousseff aseguró que, además de las inversiones en las infraestructuras para los dos eventos, el gobierno brasileño también invertirá en el desarrollo de los deportistas para garantizar que Brasil pueda convertirse en una potencia deportiva.
"Vamos a desarrollar el deporte de alto rendimiento de forma a elevar a Brasil a la condición de potencia deportiva reconocida mundialmente. Para ello avanzaremos en la constitución de una red nacional de entrenamiento que potencie el aprovechamiento de la infraestructura existente y permita el entrenamiento de los jóvenes talentosos en sus regiones de origen", dijo.