El Paso.- El periodista mexicano Emilio Gutiérrez, que en 2008 huyó de México con su hijo de 15 años debido a amenazas de muerte y ahora ha pedido asilo político en Estados Unidos, afirmó hoy a Efe que tener que regresar a su país sería como ir al "matadero".
"A México no regreso", subrayó Gutiérrez en una entrevista con Efe horas antes de que un Tribunal Federal de Inmigración en El Paso (Texas) comience a tratar su petición.
El periodista insistió en que Estados Unidos tiene que escucharle. "No me pueden mandar al matadero", dijo.
En la audiencia, que se llevará a cabo a puerta cerrada, van a declarar Mike O Connor, del Comité para la Protección a Periodistas, Ricardo Sandoval Palos, director internacional del Consorcio de Investigación de Periodistas del Centro por la Integridad Pública, y Gustavo de la Rosa Hickerson, visitador en Ciudad Juárez de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en México.
Este último presentará la documentación de más de una docena de quejas por abuso interpuestas contra los militares en Ciudad Juárez, la ciudad más peligrosa de México.
Gutiérrez afirma que en su caso las amenazas proceden de los militares y están motivadas por una serie de artículos que escribió en 2005 para denunciar abusos de los soldados que llegaron a Ascensión, un pueblo del estado de Chihuahua, para luchar contra el crimen organizado.
El abogado de Gutiérrez, Carlos Spector, indicó que demostrarán al juez que en México no existen las condiciones para garantizar la integridad ni la vida del periodista si éste vuelve a su país.
"Voy a explicar mi situación y me voy a tomar el tiempo necesario para que se dé cuenta el juez de que la decisión que tome es de vida y muerte para mi hijo y para mí, porque si regreso a México me matan", dijo.
Gutiérrez, que trabajó hasta 2008 en el periódico "El Diario del Noroeste", en Ascensión (Chihuahua), señaló que en junio de 2008, tras varias amenazas de muerte y una invasión en mayo del mismo año a su casa por parte de elementos del Ejército mexicano, huyó con su hijo rumbo a la frontera con Estados Unidos y llegó al cruce internacional de El Berrendo para pedir protección.
Las autoridades migratorias lo enviaron a él y a su hijo al Centro de Detenciones de El Paso, en donde permaneció siete meses.
Su hijo fue entregado a la custodia de familiares en una ciudad fronteriza norteamericana tres meses después de haber sido detenido.
Gutiérrez recordó hoy que tras recibir las primeras amenazas acudió a denunciar al Ministerio Público, pero, según dijo, las autoridades le sugirieron no denunciar, porque "los militares eran peligrosos".
Presentó entonces la denuncia ante la Comisión de Derechos Humanos. Los militares negaron haberlo amenazado pero aceptaron conciliar. Sin embargo, en 2008 nuevamente recibió amenazas de muerte.
Gutiérrez ha vivido de la buena voluntad de la comunidad y amigos que lo han ayudado y espera recibir el asilo para escribir en el futuro un libro para contar su historia y la de otros que como él han tenido que "abandonar su casa, su vida, sus amigos y su tierra para salvar la vida".
