México.- Una caravana de 120 "paisanos", migrantes que regresan a su tierra desde Estados Unidos en vacaciones, fue recibida con música y alborozo por sus vecinos del municipio de Jalpan de Serra, en Querétaro, centro de México, tras recorrer más de mil kilómetros por carretera.
"Decidimos agruparnos porque los migrantes eran presa desde hace mucho tiempo de autoridades aduaneras y policías estatales y municipales, y por la delincuencia en el norte del país", dijo el impulsor del convoy, el diputado queretano Fernando Rocha Mier.
Para organizar el viaje conjunto, se recurrió a las familias de los que se fueron, a las agrupaciones de migrantes en Estados Unidos y a redes sociales como Facebook.
La caravana, compuesta por treinta y siete vehículos, partió desde la frontera entre la estadounidense Laredo y la mexicana Nuevo Laredo -azotada por los cárteles del narcotráfico- en la madrugada del lunes.
Tras más de mil kilómetros de carretera, el grupo de mexicanos llegó a su destino, donde los esperaba una verbena que se prolongó hasta entrada la madrugada de hoy, organizada con el apoyo de los comerciantes de este municipio de 25 mil habitantes, en la Sierra Gorda de Querétaro.
"Por mucho tiempo se ha dejado abandonados a los migrantes, nada más se los recibe bien porque traen dólares, pero nunca nos hemos metido en su problemática", explicó Rocha Mier.
Los costos del transporte, que rondan los 200 mil pesos (algo más de 16 mil dólares), los sufragó Mier con diversas dotaciones que le corresponden como político. En años sucesivos, pretende que continúe organizándose el convoy.
Los "paisanos" que regresaron a Jalpan de la Serra -regularizados en Estados Unidos- también estuvieron acompañados parte del camino por migrantes de otros estados del centro del país que regresaban desde Estados Unidos a pasar las navidades.
La unión en convoy también facilita la vigilancia por parte de la Policía Federal, que ha desplegado este año nueve mil agentes y 18 helicópteros para proteger la llegada de estos mexicanos al país, dentro del operativo que se realiza anualmente.
El programa se activa en Semana Santa, verano y Navidad, para el cerca del millón de personas que vuelven a sus hogares originales.
Este 2010 se puso en marcha el 1 de noviembre y estará en vigor hasta el 10 de enero.
El programa incluye patrullas y policías en las carreteras y cruces fronterizos, así como en los aeropuertos, y diversos apoyos como modificaciones a las políticas de aduana para que quienes vuelvan puedan traer más cosas sin pagar impuestos por ellas.
Es común que se registren abusos contra quienes vuelven a casa, bien por parte de funcionarios y policías corruptos, establecimientos que buscan lucrar con ellos y por el crimen organizado, uno de los poderes fácticos en el tercio norte de México.
Los "paisanos" son elegidos como víctimas ya que se les supone un buen nivel económico derivado de su trabajo en Estados Unidos y se presume que llegarán cargados de dinero y regalos para sus familiares.
Según encuestas del Colegio de la Frontera Norte (Colef), una prestigiosa institución académica, la extorsión afecta al cuatro por ciento de estos viajeros.