Tijuana.- El alcalde electo, el priísta Carlos Bustamante, teme ser víctima de un atentado como los que 14 presidentes municipales del país han sufrido durante este año.
Desde que supo que iba a ser el nuevo presidente municipal, tras ganarle sorpresivamente en las votaciones al favorito Carlos Torres del PAN durante el pasado verano, lleva un nutrido cuerpo de seguridad a todas partes.
"Creo que (los ataques contra munícipes del país) es parte del programa de intimidación que tiene la delincuencia contra el gobierno. Sí me preocupo, pero trato que sea nomás de pasadita, porque tampoco puede uno estar pensando de manera defensiva. Pero tiene uno más seguridad, tiene que estar cambiando rutinas, no decir a dónde va uno", dijo. "Sí te cambia la vida".
Es de lo único que se lamenta en entrevista pocos días antes de asumir su cargo desde el piso 18 de la Plaza Agua Caliente, que integra también al Grand Hotel Tijuana, del que es presidente del consejo administrativo.
"He perdido mi privacidad", dijo Bustamante, de 65 años, uno de los hombres más ricos de la ciudad, que egresara de la licenciatura en Administración de Empresas por la Universidad de San Diego.
Por lo demás, siente una gran emoción y optimismo, aseguró. Su nuevo cargo no le ha quitado el sueño, aunque hay áreas sociales que dependen del municipio que le preocupan.
"Hay áreas como la seguridad, que no se ha podido controlar el crimen común. Sí se ha hecho un gran trabajo por parte del general Duarte y su equipo en coordinación con las demás fuerzas policiales estatales, federales y municipales. En decomisos de droga y arrestos de personajes de alto impacto. Pero el desempleo me preocupa mucho, mucha gente desempleada toma la mala decisión de delinquir porque no tiene opciones", explicó.
Desde su campaña, Bustamante fue cuestionado sobre si mantendría en el cargo de secretario de seguridad pública de la ciudad al teniente coronel Julián Leyzaola, un puesto que había sido vital para el combate contra los narcotraficantes.
Sin embargo, Bustamante optó por nombrar otro militar a cargo del departamanto.
La administración saliente del panista Jorge Ramos invirtió cerca de 350 millones de pesos en el departamento de policía en sueldos, capacitación, equipo, uniformes y una nueva academia de policía en el distrito Otay.
Además realizó una purga al interior de la corporación sin precedentes: Más de 600 agentes bajo sospecha de corrupción o de trabajar para el crimen organizado renunciaron o fueron expulsados, 84 de ellos incluso fueron arrestados, desde diciembre de 2007. Detrás de todo eso estaba Leyzaola.
Cuando se le preguntó a Bustamante sobre si estas políticas continuarán bajo su administración.
"Voy a continuar con la coordinación con el Ejército. El general Duarte ha hecho un excelente trabajo, él y todos los soldados a su mando. Seguiremos apoyando cuando se nos pida en los operativos, pero yo quiero regresar a la policía municipal para lo que es: prevenir el delito y estar patrullando toda la ciudad", respondió.
Bustamante es hijo de Alfonso Bustamante Labastida, quien fuera propietario de la distribuidora Z Gas, que luego vendería a la familia Zaragoza, y que por más de cuatro décadas fuera la única empresa de su tipo en el Noroeste de México.
Bustamante fue esposo de Carolina Aubanel, propietaria del canal Síntesis Tijuana y presidenta del patronato que impulsa la creación del zócalo en la ciudad.
Él dijo que desde hace 15 años tenía el deseo de ser alcalde de Tijuana, "pero las cosas no se daban"; también había intentado que lo postulara su partido para ser candidato a gobernador. Su hermano mayor, Alfonso, intentó en dos ocasiones la postulación para la alcaldía de Tijuana.
Hasta ahora se le dio, justo cuando pocas personas le daban posibilidades, incluyendo en su propio partido.
Bustamante aseguró que conoce bien la ciudad y que su familia también la ha erosionado la violencia y los problemas económicos que sufre la región.
"Ninguna ciudad de México crece como Tijuana, es impresionante su crecimiento, es muy difícil para cualquier gobierno alcanzar su crecimiento porque no hay los suficientes recursos.
"Tijuana es una ciudad malentendida, sumamente productiva, muy generosa, una ciudad que a muchos nos ha dado todo. Una ciudad que siempre ha salido primero que ninguna otra de cualquier crisis y, a veces, tenemos el problema de la incomprensión del gobierno federal, como ahora con el Siave y el control de dólares, pero seguimos adelante", dijo.
Sus primeras acciones
Bustamente señaló que construirá tres preparatorias en su primer año de gobierno en zonas marginadas que serán parte del sistema educativo municipal.
Además, renegociará la deuda que el alcalde Ramos hizo para llevar a cabo el programa de repavimentación PIRE.
También pretende instalar un nuevo sistema de transporte público con dos rutas: un tranvía de 10.5 millas que va desde la garita
de San Ysidro a la zona este de la ciudad y otra de nueve millas que cruzaría del distrito Otay a la zona de Santa Fe, al sur de Tijuana.
Estas rutas troncales ya habían sido propuestas por el alcalde panista Jesús González Reyes (2001 2004), pero a pesar de estar construidas varias terminales y guías el alcalde priísta Jorge Hank Rhon (2004 2007) abandonó ese proyecto.
"En los últimos cuatro meses he estado negociando con los transportistas. El transporte que tenemos actualmente es malo, caro y con rutas conflictivas, la ciudad no aguanta más. Debemos arreglarlo con buena fe."
Según Bustamante, terminará su periodo completo como alcalde de Tijuana.
No aspirará, pues, por el momento a ser gobernador del estado, como pretendió su antecesor priístas Hank Rhon.
"A mí me importa generar empleos, que haya inversión y que mejore la infraestructura de Tijuana. Yo no vengo a lucirme, yo vengo a trabajar y quiero dejar la ciudad mejor que como la recibí.
"Yo vengo a hacer un cambio en Tijuana de cómo se gobierna. Yo estoy propuesto a ser el mejor alcalde que haya tenido Tijuana y para eso tengo que terminar mi periodo."
