La familia de ascendencia mexicana, acusa a su última visita a la ciudad de Tijuana, el pasado 24 de julio, donde recogieron a la abuela del fallecido en la línea, aprovechando la ocasión para comer en una taquería de la ciudad, por anterior solicitud del niño.
Y aunque la tía comenta que toda la familia comió en el puesto de tacos, solo el pequeño Juan presentó los síntomas por más de dos semanas, hasta desafortunadamente fallecer el pasado domingo en un hospital de la zona.
"Este es el lugar", fueron las palabras que le dijo el pequeño a la tía cuando buscaban un lugar de tacos donde comer, lugar donde la gente entraba y salía, lo que probablemente aseguraría unos buenos tacos.
Una semana después de la visita Juan empezó con los síntomas que lo llevaron a la muerte, diarrea y vómitos durante días.
Y aunque los médicos aún no logran identificar el tipo de bacteria que acabó con la vida del menor, ni mucho menos, han asegurado que realmente provenga de su última visita a Tijuana, continúan buscando respuestas.
Será hasta que llegue la autopsia cuando se descubran más detalles de lo que pudo ocasionar la muerte.
Vía NBC SanDiego
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