TIJUANA.- Menos de una década después de haber sido inaugurado, el fraccionamiento Cañadas del Florido en el este de Tijuana empezó a mostrar un grave deterioro: graffiti, ventanas rotas y más de 1,200 casas abandonadas.
Puede que otros sólo vean ruinas pero José Antonio Díaz, un antiguo banquero inversionista de Wall Street ahora radicado en San Diego, vio una interesante oportunidad de negocios.
Como Director Ejecutivo de Provive, Díaz encabeza una compañía que adquiere casas hipotecadas en los desarrollos residenciales masivos de Tijuana a precios de mayoreo, rehabilita la estructura y luego las revende con una ganancia. Díaz, de 52 años, dijo que su ambición no es solo encontrar nuevos compradores sino fortalecer las comunidades para que las casas no se queden vacías de nuevo.
Según sus cálculos, México tiene más de 400,000 casas abandonadas y la tendencia es particularmente fuerte en las ciudades fronterizas del norte como Tijuana, que tiene grandes fraccionamientos y un alto índice de migración."Caímos en el sector de bajos ingresos casi por gravedad" comentó Díaz.
El tema de las casas abandonadas surgió en México al iniciarse una construcción masiva sin precedentes de asentamientos urbanos de bajo costo en el año 2000; un boom financiado en su mayoría por los 4.7 millones de créditos hipotecarios otorgados por Infonavit, el instituto gubernamental mexicano encargado de otorgar créditos para la obtención de viviendas. El gobierno federal ha promovido los complejos residenciales como una manera de que más personas vivan en comunidades planeadas en lugar de los asentamientos urbanos informales y muchas veces ilegales que carecen de los servicios básicos.
El descenso económico global que inició en el 2008 trajo consigo una gran cantidad de hipotecas y vacantes en todo el país. Los expertos en materia de vivienda ofrecen un abanico de causas para el abandono de casas incluyendo crimen, migración y pérdida de empleo pues los trabajadores que fueron despedidos no pudieron continuar pagando las mensualidades de aproximadamente $2,000 MN al mes.
Alejandro Martínez, Jefe de Operaciones de Provive, estima que hay entre 10,000 y 12,000 casas abandonadas en Tijuana, lo que crea un enorme mercado potencial para acondicionar y revender esas propiedades.
"Dijimos 'Tijuana nos dará oportunidad de avanzar'" expresó Martínez, "Vamos a empezar en Tijuana y cuando definamos el plan de negocios, abarcaremos otras partes de México".
Los clientes potenciales de Provive son trabajadores que ganan entre $4,700 y $9,000 MN al mes, además de quienes califiquen para recibir créditos de Infonavit o préstamos similares de bancos privados. Las casas reconstruidas por la compañía son ligeramente más baratas que casas nuevas, con un precio que va desde aproximadamente $207,500 MN por una vivienda de una recámara hasta cerca de $279,100 MN por una casa de dos habitaciones; generalmente se encuentran más cercanas a rutas de transporte público, centros comerciales, escuelas y otros servicios.
Con 6,400 casas, Cañadas del Florido es una de lascinco áreas en Tijuana donde Provive está concentrando sus esfuerzos. El saturado fraccionamiento está divido en privadas, calles de una cuadra con una puerta a la entrada cuyos habitantes son los responsables del mantenimiento, el alumbrado público y la seguridad. Sin embargo, son pocos los propietarios dispuestos a pagar cuotas mensuales por lo que muchos de los vecindarios se han ido deteriorando.
Provive está adquiriendo el título de 300 casas hipotecadas en Cañadas del Florido que compró en una subasta de Infonavit.
También adquirió 200 casas hipotecadas en otro complejo residencial al este de Tijuana, El Laurel, donde los problemas sobrepasan a los habitantes de la Privada Eslovenia.
"Cuando llegué fue como un sueño, era muy bonito" dijo Zulema Orduño, trabajadora de maquila de 42 años que vive con su esposo y dos hijos en una casa de dos recámaras con una superficie de 170m2. En la puerta del frente hay un crucifijo y la señora Orduño plantó un pequeño jardín en el patio.
La casa vecina es una imagen de desolación: destrozada por vándalos y cubierta de graffiti. La tercera casa solía verse así hasta que la adquirió Provive. Ahora reparada y casi lista para su nuevo dueño, el conjunto le da esperanzas a Orduño de que su calle cambie para mejorar.
Provive no es la única compañía en México que compra casas hipotecadas para volver a venderlas, pero sus esfuerzos para alcanzar a la comunidad han atraído la atención de Infonavit, quien les ha otorgado un apoyo clave.