TIJUANA Los hermanos García viven en la colonia Capistrano, situada en las faldas del Cerro Colorado al este de la ciudad, en un área que no tiene drenaje ni pavimento y que es considerada por las autoridades locales como "zona caliente" tras la cotidianidad de delitos y homicidios ligados al narcotráfico.
A menudo los García cruzan a pie esas calles de tierra cargando violines y trompetas para asistir a los ensayos de la orquesta comunitaria Cerro Colorado en el Centro de Artes Musicales (CAM), una academia de música situada en la tercera etapa del Río Tijuana.
El CAM es también la sede de la Orquesta de Baja California (OBC), la emblemática institución cultural que actualmente es dirigida por Eduardo García Barrios.
Desde hace dos años, Yeriel García, de 14, asiste con sus hermanos Yhamir, de 13, y Yared, de 10, a la escuela de música luego de que sus padres los inscribieran en el programa Redes 2025, conocido al principio como núcleos orquestales comunitarios.
Redes 2025 es un proyecto de la Fundación de Artes Musicales que actualmente involucra a 700 niños y adolescentes que viven en zonas marginadas de Tijuana y Mexicali y que pretenden ser una alternativa para el desarrollo de músicos y talentos que viven en áreas donde la violencia y las pandillas son cotidianas.
"Mi papá toca varios instrumentos (musicales) y canta, nosotros aprendimos a tocar guitarra y piano escuchándolo; él nos animó a entrar al CAM. Para mí y para mi familia ha sido un cambio de vida desde que ingresamos a la orquesta", dijo Yeriel, quien toca el violín en el ensamble.
Él aseguró que se ha vuelto disciplinado y más responsable en todas sus actividades, incluyendo el desempeño escolar en la escuela secundaria a la que va.
Su hermano Yhamir, quien toca la trompeta, dijo que ahora tienen más cosas en común y, aunque siguen discutiendo a menudo como todos los hermanos, hay entre ellos más armonía. En su aspecto personal, ha adquirido más seguridad.