Tijuana.- Sólo en marzo y abril pasados las autoridades quemaron narcóticos decomisados en diversos operativos militares y policíacos con un valor en el mercado ilegal de al menos 50 millones de dólares.
En esos dos meses el Ejército Mexicano incendió en las instalaciones militares del 28 Batallón de Infantería del Aguaje de la Tuna, al sur de la ciudad, más de trece toneladas de mariguana, casi 202 kilogramos de metanfetamina, 2.62 kilogramos de heroína y 97.76 kilogramos de cocaína.
Y las incautaciones de estupefacientes, de diversas organizaciones criminales, continúan. En uno de los últimos operativos, el pasado 6 de abril la Policía Estatal Preventiva decomisó en Mexicali 741.1 kilogramos de mariguana, valuada en 2.4 millones de dólares, estimaban las autoridades.
¿Es posible una reacción violenta por parte del narcotráfico contra las autoridades o contra la misma sociedad?
"No, los criminales están huyendo de aquí, no se están reorganizando", dijo tajante el general Alfonso Duarte, comandante de la Segunda Región Militar, que abarca las tropas de Baja California, Baja California Sur y Sonora.
Hace dos meses, el teniente coronel Julián Leyzaola, todavía en su cargo como subsecretario de Seguridad Pública de Baja California, declaró que en Tijuana ya no había posibilidades para que existiera un cártel de droga. Las autoridades lo habían desmantelado y ahora el crimen era más bien desorganizado. Duarte parece compartir esta idea.
Según la fiscalía estatal, grupos criminales o células que pertenecieron a cárteles de la droga están trabajando por su cuenta tratando de hacerse de ciertas áreas de la ciudad para la venta de narcóticos al menudeo; mientras otros cárteles del país, como La Familia de Michoacán, han aprovechado esta situación y han intentado no sólo cruzar droga por esta región sino también fabricar droga sintética en laboratorios clandestinos. Las autoridades ya han dado descubierto un par de estos laboratorios.
Duarte fue jefe de la Segunda Zona Militar en Tijuana de julio de 2008 a noviembre de 2010, tiempo que combatió frontalmente al crimen organizado, que fue reconocido con una ovación de pie durante el día inaugural de la convención Tijuana Innovadora cuando el presidente de México Felipe Calderón lo mencionó en un teatro repleto de empresarios, políticos y líderes sociales del estado en octubre pasado y después con el ascenso hacia el cargo que hoy tiene.
El general señaló que las autoridades en coordinación con el Ejército Mexicano y la misma sociedad, a través de sus denuncias, están impidiendo que los criminales construyan otra vez los grupos delincuenciales poderosos que se movían antes impunemente.