Conducir de Tijuana a Ensenada con la vista del centelleante Océano Pacífico es algo que nunca te cansa. El sol brillando en lo alto hace que los colores naturales del océano cobren vida. Este verano le he dicho varias veces a mi esposo que el mar se ve más azul que nunca. No sólo apreciamos la belleza del exterior del océano sino también los frutos que vienen de su interior. Es increíble el fácil acceso que tenemos a los mariscos en Baja California. Toma esos mariscos frescos, súmale productos locales y algo de pasión de eso, amigos míos, se trata la vida.
Los Chefs Benito Molina y Solange Muris forman la pareja detrás del Restaurante Manzanilla. Quizá hayas tenido la oportunidad de visitar su restaurante de temporada en el Valle de Guadalupe: Silvestre. Aún si no has tenido el placer de visitar alguno de sus restaurantes, quizá sí los hayas visto en su programa de televisión "Benito y Solange" en Utilísima.
El restaurante Manzanilla está ubicado en Ensenada sobre una calle de construcciones industriales. El brillante exterior azul sobresale del resto. Los interiores color morado y verde-azul son un agradable complemento para los fríos pisos de concreto y los cálidos muebles de madera. Del techo cuelgan candelabros rosa brillante que no sólo dan un lindo toque de color, también me hicieron sonreír en cuanto los vi. Es como si una pequeña alegría te embargara. Suelo fijarme en los detalles más pequeñitos y, en ocasiones, esos resaltan más que el resto para mí. En este caso fueron detalles como las botellas de vino colocadas en las paredes de concreto del baño que dejaban pasar la cantidad perfecta de luz. O quizá los mantelitos metálicos y los platos entretejidos que destacaban la paleta de colores incluso más. Ya que saqué eso de mi sistema, es el momento de escuchar sobre la razón principal de nuestra visita: la comida.