En 2015 el mejor desayuno del mundo tuvo sede en Ensenada, Baja California y fue el restaurante “La Cocina de Doña Esthela” el que se llevó este lugar, según la red inglesa de críticos gastronómicos FoodieHub.
Doña Esthela inició su legado vendiendo burritos de verduras a tan solo $5 pesos, los cuales vendía a trabajadores de la ahora vinícola La Lomita y a personas de la zona. Con solo seis burritos al día, fue como se comenzó a abrir paso en el mundo gastronómico, al cabo de un tiempo hacía 200 burritos por día, fue gracias a esto que logró posicionarse en el mercado.
Entre sus burritos no podía faltar el de huevo con machaca, el cual conquistó a más de uno, por lo empezó a correr la voz en Valle de Guadalupe sobre su huevo con machaca, sus gorditas rellenas de chicharrón, caldos y el famoso borrego tatemado.
Gracias a esta demanda, Doña Esthela creció su establecimiento, lo extendió y ahora las personas pueden pasar a desayunar en este delicioso lugar. Si planeas ir a probar el mejor desayuno del mundo, te recomendamos que llegues temprano pues suele estar bastante lleno.
Una mañana en mayo del 2015, recibió la llamada que cambiaría por siempre el concepto de Doña Esthela:
Yo estaba tatemando chiles. Sonó mi teléfono. Contesté y me hablaban en inglés. Yo no entendía nada y colgaba. Lo hice cuatro veces. La quinta me pasaron a alguien que sí me habló en español y quien me explicó que era la ganadora de un concurso para elegir al Mejor Desayuno del Mundo. Yo juré que era una broma. Empecé a llorar y les pedí que no jugaran conmigo, que me estaba emocionando. Me dijeron que era cierto, que en unas horas alguien de su equipo iba a llegar a entregarme mi reconocimiento.
De manera inmediata, empezaron a llegar los medios de comunicación para una entrevista y darle el cartel con la distinción de FoodieHub.
Ha causado tanto interés el mejor desayuno del mundo que incluso el reconocido Gordon Ramsay, legendario chef, escritor y crítico inglés, asistió a probar el delicioso desayuno de Doña Esthela. Lo que se le preparó fue:
Café de olla, empanadas dulces, borrego tatemado y cocinado por más de seis horas, frijoles refritos, la machaca con huevo y tortillas de harina bajadas del comal, unas salsas martajadas y bien picosas, lo cual fue calificado como ‘’muy rico’’.
