Michael Lewis, es un británico que vive en Los Ángeles, pero la mitad de su tiempo la pasa en Mexicali, pues sus empresas maquiladoras están ubicadas en esa ciudad.
Estar tanto tiempo en la ciudad lo hizo emprender una enorme tarea, pues se ha dedicado a la limpieza de lotes baldíos y casas abandonadas, su misión, es reducir la posibilidad de enfermedades ocasionadas por insalubridad.
Utilizando sus propios recursos ha logrado limpiar la colonia Lomas Altas donde se acumulaban grandes cantidades de basura.
Mike, comenta que se encuentra intranquilo al no tener el apoyo de las autoridades municipales, pues considera que deberían estar preocupados por la suciedad que se presenta en la ciudad.
Además, cuenta la gran falta que hace el no tener leyes y reglamentos en torno a la basura y contaminación que se produce.
“La Policía se supone que debe dar infracciones a la gente que lo hace, también dejan a sus perros sueltos circulando libres en las calles, muchos perros cargan con enfermedades y rabia lo cual hace que la gente se enferme.”, expresa.
Lewis, planea limpiar toda la basura que hay en Mexicali y poder convertirla en una ciudad modelo con condiciones de salubridad.
“Mi meta es prevenir que los niños de Mexicali enfermen y mueran a causa de toda esa basura y perros callejeros. Puedo limpiar casas abandonadas y lotes baldíos en un plazo de dos años aproximadamente”, explica.
Mike, busca reunir a las autoridades municipales al Departamento de Policía, a los Bomberos y a Salubridad para contar su plan de mejora a Mexicali.
Además, comenta que quiere pedirle a compañías o a dueños de lotes baldíos y casas abandonadas, que le paguen 2 mil pesos por cada casa y 4 mil por los lotes, para él mismo limpiarlos.
“Si los dueños quieren limpiarlos ellos mismos, tendrán cuatro semanas para hacerlo”, indicó.
Michael Lewis refiere que en Mexicali, por años, el gobierno ha invertido una pequeña suma en limpiar casas abandonadas y lotes baldíos sólo para ver de nuevo basura en casas y lotes a la vuelta de un año.
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Esto sucede porque nadie respeta la ley, es como si Mexicali fuera una ciudad sin ley con gente haciendo lo que le da la gana y quienes sufren son los niños, sus niños. Tan fácil es respetar la ley como romperla”.
