Washington.- El presidente de los Estados Unidos Barack Obama, y los representantes del caucus hispano insistieron hoy en que la reforma migratoria debe seguir siendo una importante prioridad en la próxima legislatura, indicó la Casa Blanca.
Obama y los legisladores se reunieron hoy en el Despacho Oval de la Casa Blanca para determinar la próxima estrategia tras la "decepcionante" derrota del proyecto de ley conocido como Dream Act el pasado sábado en el Senado.
Ese proyecto de ley abría una vía para la legalización de los inmigrantes indocumentados jóvenes que se matricularan en la Universidad o que se enrolaran en las Fuerzas Armadas del país.
La Casa Blanca indicó en un comunicado que Obama y los legisladores hablaron "sobre lo muy decepcionados que están" por el rechazo en el Senado al Dream Act, "a pesar de un respaldo de la mayoría de sanadores y la mayoría de los estadounidenses".
Obama, según el comunicado, "reiteró que no se dará por vencido con la ley Dream" y agradeció a los legisladores su liderazgo para intentar sacarla adelante.
Los legisladores presentes en el encuentro fueron el senador Bob Menéndez y los congresistas Xavier Becerra, Nydia Velázquez, Charlie González y Luis Gutiérrez.
El presidente de EE.UU. también reiteró "su compromiso con la reforma integral de la inmigración".
"No podemos perpetuar un sistema de inmigración roto, que no funciona como lo requiere el país o nuestra economía", manifestó Obama.
El presidente y los congresistas se mostraron de acuerdo en que: "el pueblo estadounidense espera que ambos partidos se unan en torno a estrategias de sentido común para resolver nuestros problemas más difíciles, en vez de postergarlos".
Ambas partes acordaron colaborar entre sí y con el Congreso para conseguir este objetivo.
Obama y los legisladores también se mostraron de acuerdo en que la reforma del sistema de inmigración "debe continuar siendo una importante prioridad para el próximo Congreso".
En este sentido, acordaron colaborar para promover las propuestas que "no sólo refuerzan la seguridad en las fronteras del país, sino que también restablecen la responsabilidad y el rendimiento de cuentas en lo que todos están de acuerdo que es un sistema de inmigración con graves problemas".
El rechazo del Senado al Dream Act ha supuesto un duro golpe a las esperanzas demócratas de poder sacar adelante esta medida, que habría beneficiado a cientos de miles de personas.
El Instituto de Política Migratoria sostiene que la medida habría favorecido de forma inmediata a más de 700 mil jóvenes.
Por su parte, el Departamento de Educación calcula que cada año son más de 50 mil los jóvenes indocumentados que finalizan los estudios secundarios con posibilidad de acceder a la universidad.