La práctica ya tiene un precedente histórico, se viene realizando desde que Obama gobernaba pero nunca resonó tanto como ahora con la administración de Trump y sus comentarios racistas. A esta decisión de perpetuar el aislamiento de los miembros de las familias migrantes, se han pronunciado en contra varias personalidades como la ex primera dama Laura Bush.
Bush criticó este abuso de poder "aprecio la necesidad de hacer cumplir y proteger nuestras fronteras internacionales, pero esta política de cero tolerancia es cruel. Es inmoral. Y me rompe el corazón". Comparó las imágenes con los campos de concentración que alguna vez existieron en Alemania.
El Departamento de la Patrulla Fronteriza se quiso mostrar flexible e invitó a medios de comunicación a ingresar y observar las facilidades de más de 55,000 pies cuadrados pero con la condición de que no realizaran ningún material audiovisual, solo notas. Las imágenes y videos que muestran los medios, es material capturado y autorizado por el gobierno de Estados Unidos.
David Begnaun, reportero de CBS News, cuenta que más de 1,100 han estado dentro del edificio el cuál parecía estéril. "No escuché a nadie llorar ni gritar, muchos estaban entretenidos en un par de televisiones disponibles".
El reportero cuenta una versión diferente a la que creíamos o habíamos escuchado. De acuerdo con Custom Border Patrol (CBP), solo aquellos menores que cruzaron sin padres, permanecen solos dentro de las instalaciones. Nunca son separados de sus padres al menos que alguno de ellos tenga que acudir a la Corte lo cual es objetivo principal del gobierno americano, que ningún adulto se escape de recibir una sentencia para generar un récord del mismo.
Los niños duermen en delgadas colchonetas, tapados con un pedazo de material que mantiene el calor. Los agentes encargados permiten que estos residentes temporales se bañen de vez en cuando y les proporcionan agua, fruta y botanas ya que solo estarán ahí de 12 a 36 horas.
Por otro lado, la doctora Colleen Kraft, jefa de la Academia Americana de Pediatría, contradijo lo que Begnaun y otros medios han transmitido. "Visité un complejo en Texas donde una menor dentro de la facilidad de 60 camas llamó mi atención, estaba llorando incontrolablemente y golpeaba su pequeño puño en el piso".
El personal no tiene permitido tocar a los niños, así que hicieron lo que pudieron para calmarla ya que no hay juguetes in libros. "El estrés es abrumador" agregó la doctora.
