El alcalde de San Diego, Jerry Sanders, desplegó una ambiciosa agenda para sus últimos dos años al frente de la ciudad.
Aun cuando enfrenta los recortes presupuestales más grandes en los últimos años, el funcionario describe estos momentos en San Diego como "tiempos de optimismo y oportunidad".
Sanders dijo en su informe de gobierno que se enfocará en arreglar un el sistema de pensiones, expandir el Centro de Convenciones y permitir al sector privado competir por trabajos públicos.
Su objetivo principal será detener las aflicciones financieras de la ciudad para el tiempo que el deje su puesto en diciembre de 2012, y así dejar la casa limpia para el próximo alcalde.
Sanders también dijo que mantendrá a la ciudad al tanto en cuanto a la posibilidad de un estadio para los Chargers en el área de East Village en el centro de San Diego.
La ciudad de San Diego enfrenta un déficit de 73 millones de dólares por lo que el alcalde aseguró que los próximos ajustes al presupuesto serán severos por que no hay otra opción.
"Servicios públicos serán recortados" advirtió Sanders.
"La proporción de empleados públicos para atender a los ciudadanos a disminuido a sus niveles más bajos en cuatro décadas, y bajará aún más."
Los recortes presupuestales incluyen 23 millones de dólares en seguridad publica, 11.4 millones a parques y 5.1 a bibliotecas.
Si todos estos recortes se llegan a implementar, Sanders eliminaría más de la mitad del déficit.
Se espera que Sanders publique su propuesta de presupuesto antes de el 15 de abril.