San Diego.- Dos estudiantes americanos observaban desde el segundo nivel del auditorio del Border View YMCA hasta que los sorprendió un beso de Rubí Gardenia "La Exótica", uno de los luchadores que subieron al cuadrilátero durante la función de Lucha Libre.
El auditorio de usos múltiples ubicado en Chula Vista se transformó por espacio de tres horas en un ring para pelear cuerpo a cuerpo desde dos hasta cuatro hombres y mujeres.
Para estos estudiantes la función fue algo novedoso, atentos observaban a cada uno de los deportistas que ingresaban al lugar, aunque no había contacto verbal, el visual lo decía todo. Los estudiantes quedaban atónitos a tan peculiar fiesta con toque mexicano.
Máscaras, esta vez sin luchar contra cabelleras, recorrían el cuadrilátero saludando a los espectadores. Los luchadores recibían aplausos y adulaciones, pero también groserías, recordándoles el día de las madres.
Subieron al ring La Parka, Konnan, Hijo del Rey Misterio, Solar, Black Tiger, Puma, Pancho "Cachondo" y Rubí Gardenia "La Exótica", todos ellos con vestuarios llenos de color, algunos cubriendo sus rostros, otros sólo con maquillaje.
Niños de entre tres y 12 años estaban felices de estar en las primeras filas, a pesar de que corrían riesgo de recibir algún golpe, puesto que algunos de los luchadores se dejaban caer bruscamente fuera de la lona.
Pagaron 20 dólares por ingresar al espectáculo, un improvisado lugar con alrededor de 300 sillas blancas, muchos de los asistentes llegaron portando la máscara de su luchador favorito, los que no traían podían adquirir la suya en el lugar por 17 dólares.
Eventos como este representan el folclor mexicano, ahí es cuando los lenguajes más bajos salen a relucir, se burlan de los luchadores, juegan con sus físicos, pero también celebran sus victorias y pelean hasta fotos.
